
Vecinos le dieron una manito a La Picacha
Cerca de 40 habitantes de Belén (Medellín) retiraron basuras, ramas y desechos que contaminan la quebrada.
La Picacha forma parte de la vida de Gustavo Uribe. Por más de 60 años ha sido testigo de su transformación, recuerda las épocas de invierno, previas a la canalización, cuando se desbordaba, o los días en que amanecía teñida con los químicos que le arrojaban desde las industrias cercanas.
Se considera un doliente de la quebrada, por eso todos los días desde su tienda vigila que no arrojen desechos en sus aguas o en las zonas verdes que la bordean y que los carteles que con ayuda de otros vecinos instaló e invitan a protegerla permanezcan en su sitio.
Motivado por su conciencia ambiental organizó, junto con Rosa Elena Pérez y Víctor Hugo Monsalve, el primer Convite de ornato de La Picacha, que tuvo lugar el domingo 25 de noviembre.
“A uno le preocupa que la gente tire colchones, basuras, los excrementos de los animales y otras cosas. Hay que decirles a los dolientes del sector para que ellos se empoderen. La idea no es entrar a pelear con la gente, sino educarla, tenemos que crear una cultura nueva. Ojalá que la gente, como nos ve acá funcionando, se pellizque y se empodere”, contó Gustavo Uribe.
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Desde las 8 de la mañana, cerca de 40 personas, habitantes de Belén Parque, Miravalle y El Nogal, se reunieron alrededor de la canalización. Con guantes, camisetas estampadas con frases que promulgan el cuidado de la naturaleza y gorras blancas, se convirtieron en los guardianes de La Picacha. Formaron equipos de trabajo y con rastrillos y bolsas se repartieron entre las carreras 76 y 78.
Recogieron vasos, envolturas, papeles, restos de comida, prendas de vestir, ramas, hojas secas y otros residuos. Luego de una larga jornada de trabajo, que se extendió hasta horas de la tarde, compartieron un sancocho que los unió como comunidad y dejó en pie el compromiso de seguir propiciando estos espacios.
La iniciativa de cuidar la quebrada no es nueva, desde hace algunos años el grupo Amigos de La Picacha les enseña a otras personas la importancia de tener comportamientos amigables con el ambiente. A lo largo de la canalización ubicaron una serie de carteles que invitan a tener buenos comportamientos. “Aquí no se arrojan residuos. Vecinos vigilando” y “yo amo a mi mascota. La traigo al parque y recojo su popó”, son algunas de las consignas con las que quieren llamar la atención.
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“Para uno desde la parte visual es muy importante ver que por donde pasa está limpio y aseado. Hay que enseñarle a la gente a que cuide, porque desafortunadamente ni los niños han aprendido. Ahora estamos tratando de limpiar y embellecer un pedacito para después abarcar otras partes”, comentó Rosa Elena Pérez, una de las líderes de la jornada ambiental.
Con el respaldo de la Secretaría del Medio Ambiente, estos vecinos sembrarán árboles hospederos que revitalizarán el sector y atraerán la fauna. De acuerdo con ellos, este será el primer paso para la construcción, en el largo plazo, de un mariposario.
“Si usted mantiene esto bien bonito, aseadito, con una buena conservación, el medio ambiente se lo agradece. Con estos eventos hay un esparcimiento, se genera una convivencia y buscamos cuidar la salud. Con esto estamos dando un paso para ver, de pronto, quién más se mete al baile, para que sigamos con más jornadas”, concluyó Gustavo Uribe.
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Por Sarita Noreña
saritan@gente.com.co