
Ellas invitan a las mujeres a empoderarse de su sexualidad
Estas vecinas, educadoras en tantra y sexualidad somática, crearon un grupo de Facebook en el que se habla de sexo, libertad y amor propio. Conózcalas.
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Esas llamadas desesperadas, llenas de miedos e inseguridades tienen para las hermanas Núñez la misma respuesta: “Tranquila, no estás loca. Hazlo público en Escuela de Shaktis y van a aparecer un montón de mujeres, de todo el mundo, diciendo que también les pasó y que ya lo superaron”.
El 17 de septiembre de 2018 Diana y Laura Núñez, educadoras en tantra y sexualidad somática, abrieron este grupo de Facebook que hace las veces de diario para quienes desean compartir sus secretos y aprendizajes sobre sexualidad con la voluntad de ponerlos al servicio de las demás.
En Escuela de Shaktis se comparten historias, conocimientos e inquietudes, sin miedo al qué dirán, por el contrario, cada publicación recibe palabras de agradecimiento, consejos e invitaciones a liberarse de la carga social, fortalecer el amor propio, descubrir el poder de su energía y llevar su vida íntima consigo misma a otro nivel. La idea, de acuerdo con sus creadoras, es que las mujeres se empoderen de su sexualidad.
“La sociedad de hoy en día está llena de tabúes y limitantes, este pretende ser un espacio en el que podemos expresarnos libremente, aprender cosas nuevas y apoyarnos unas a otras”.
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El origen de este poder femenino
Este movimiento mundial para el desarrollo y la expansión del potencial humano a través de la sexualidad, tiene su origen gracias a Laura, una santandereana de 29 años, que estudió Comunicación Audiovisual en la Universidad Javeriana y hace una década llegó a Medellín para trabajar con los jesuitas y dictar clases de danza en diferentes academias y gimnasios de la ciudad.
“Pero me empezó a pasar algo muy extraño. Al final de cada sesión de baile, varias mujeres se me acercaban para pedirme que les transmitieran un poco de mi personalidad y seguridad. Yo no entendía a qué se referían, hasta que empecé a analizar cuáles de mis comportamientos eran poco usuales en las demás y podían ser útiles”.
Se le ocurrió reunirse con ellas para darles algunas charlas de seducción, talleres de masaje erótico y permitirles que compartieran sus experiencias y preguntas sobre sexualidad.
Así comenzó el Sexurero, como nombró Diana a este espacio haciendo alusión al lugar de encuentro en el que usualmente las señoras dialogan y tejen. Pero 2 años después, en 2014, esta vecina se topó con una maestra de sexo tántrico y, sin que nadie la tocara y vestida de pies a cabeza, tuvo decenas de orgasmos que la hicieron vibrar.
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“Hasta ese momento, como la mayoría de la gente, yo tenía sexo por placer. No conocía el poder de la energía sexual como camino espiritual. Pero esto transformó mi vida y aún estoy en esa búsqueda, en esa exploración. Esto es de nunca terminar”.
Para transmitir a otras personas su testimonio y conocimiento se formó en tantra y sexualidad somática con maestros como Paula Fernanda Andreazza, Ista (International School of Temple Arts), Joseph Kramer, Sashi Soluma, María Pilar Ferrer de Dhakini Tantra, Lorraine Taylor, Andrew Barnes, Agama Yoga, entre otros. “He sido una buscadora del tema y nunca dejo de aprender”.
A ese camino se le unió Laura, su hermana mayor. Una mujer que hace 4 años transformó su vida a partir del tantra y la sexualidad consciente, pues antes era “tímida, insegura, me conocía muy poco, no sabía lo que me gustaba ni cómo conectarme con mi placer… Vivía mi sexualidad de una manera más bien básica, la conexión con mi ciclo menstrual era muy poca y no aceptaba ciertas partes de mi cuerpo, así que siempre me estaba juzgando a mí misma y comparando con otras”.
Esa frustración personal y profesional impulsó a esta ingeniera de telecomunicaciones a buscar la ayuda y sanación de Diana. Con el aprendizaje que le dejó su propio proceso creó una alianza para aportar conocimiento en la parte administrativa al Sexurero. Sin embargo, poco a poco le entraron ganas de apoyar a los demás y se convirtió en terapeuta tántrica y de sexualidad consciente.
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“¡Y sí que mi vida cambió! ¡Y transformé todo! Y hoy me siento feliz rodeada de mi hermana y de esta cantidad de mujeres que me hacen vibrar y que me emocionan con cada cosa que escriben”.
Juntas le dieron a alas a este proyecto, y el Sexurero pasó de ofrecer charlas cortas de seducción a ser “un referente de educación en sexualidad consciente con cursos online, talleres, retiros, charlas masivas y creación de experiencias de manera virtual y presencial”.
Asimismo, estas hermanas vieron la necesidad de crear un espacio para derribar tabúes y miedos, invitar a vivir la sexualidad plenamente y conectar mujeres con otras que tuvieran sus mismas inquietudes, por eso abrieron la Escuela de Shaktis.
Pero según ellas todo funciona mejor vía online, pues Diana vive entre Asia, España y Colombia, mientras que Laura está en Medellín brindando terapias para ayudar a las personas a reeducar su cuerpo, a liberarse de bloqueos y, como lo hizo ella, a conectarse con su energía sexual y usarla para mejorar los diferentes ámbitos de su vida.
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Por Dafna Vásquez
dafnav@gente.com.co