Sandra confecciona brasieres para mujeres con cáncer de seno

Sandra confecciona brasieres para mujeres con cáncer de seno

Con tan solo 16 años de edad esta envigadeña despidió a su madre víctima de una enfermedad letal, el diagnóstico: cáncer de seno. Absolutamente devastada y con la incertidumbre de ocuparse de su hermana de 13 años, Sandra Zapata se convirtió en diseñadora de modas a raíz de que su mamá le dejó una antigua máquina de coser.

A pesar de que ella y su hermana no quedaron desamparadas gracias a la pensión de su madre como docente, hoy en día esta vecina valora muchísimo el talento que le inculcaron, “lo que yo soy en este momento es por mi mamá, ella me enseñó a coser, me dejó la máquina y un arte, porque las herencias se acaban pero un arte perdura en el tiempo”, asegura Zapata.

Desde entonces esa enfermedad siempre estuvo muy cerca de ella, pero no fue sino hasta el año 2020 cuando de forma inesperada tocó nuevamente su puerta, al cumplir 43 años le diagnosticaron cáncer de mama. Solo hasta ese instante ella comprendió todas las dificultades que tienen las mujeres para adquirir un brasier cómodo.

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“Cuando uno está atravesando por este proceso la piel se vuelve muy seca, nos quemamos con facilidad y después de una cirugía manejar el drenaje con la ropa interior es complejo”, narra Sandra. Por lo anterior, ella decidió hacer un brasier diseñado para este tipo de pacientes, buscando satisfacer no solo las necesidades propias sino también las de las demás.

Cuestiones como los cambios hormonales y de temperatura influyen en que estas pacientes oncológicas sientan frío o calor de forma abrupta, por eso la ropa en poliéster las perjudica y entonces Sandra trabaja mucho con nailon y algodón, evitando utilizar tejidos sintéticos que provocan quemaduras y maltratan a estas mujeres.

Los ires y venires del cáncer

En vista de que su condición fue catalogada como genética, a esta habitante del barrio Mesa le practicaron una cirugía acompañada por varias sesiones de radioterapia. Le hicieron una reconstrucción de seno pero la radioterapia encapsuló este último procedimiento y dañó la operación, ocasionándole mucho dolor. Debido al impase optaron por repetir la cirugía el pasado 8 de enero de 2022.

“Me siento muy bien, muy agradecida con Dios y la vida porque entre todos los males considero que el que yo tengo es el menos malo, hay unos tipos de cáncer que atacan de manera muy fuerte y son demasiado graves y realmente el que yo tengo lo he sabido manejar de buena forma”, narra Zapata.

Una de las inconformidades de las pacientes que pasaban por una mastectomía es que cuando salían a la calle el brasier se les iba subiendo paulatinamente con su andar porque no contaban con un seno, situación que resultaba algo incómoda. Basada en esas experiencias y en su propio caso, Sandra diseñó un brasier anatómico que se ajusta a estas condiciones y además de brindar confort se equipara muy bien cuando la mujer usa prótesis.

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Una de sus clientes vive agradecida por esta iniciativa porque antes no podía encontrar un brasier que se acomodara a su figura, ni siquiera con marcas reconocidas que llevan mucho tiempo en el mercado y son pioneras de la industria textil en el departamento de Antioquia. “No se trata solamente de un brasier cómodo, muchas de estas pacientes que pierden el busto y no tienen reconstrucción y a parte de eso les sacan los ganglios entonces quedan con un hueco debajo de las axilas, entonces lograr ajustarse a un molde es complejo”, explica Sandra.

Mujeres trabajando para mujeres

A esta misión de hacer la vida de las pacientes oncológicas más fácil se le ha sumado un equipo de mujeres cabeza de hogar y sobrevivientes de la misma enfermedad. Se trata de una red de mujeres que en algún punto del camino se encontraron y compaginaron, formando un movimiento en donde realizan actividades recreativas y cambios de look para maquillar y empoderar a otras mujeres que apenas fueron diagnosticadas y están próximas a tener fuertes cambios como la pérdida del pelo.

Buscan fortalecer el mensaje de que ellas no son solo un pelo, unas pestañas o unas cejas, son unos seres hermosos que merecen potenciar sus facciones más allá de la enfermedad. Esta envigadeña asegura que lo más importante es aceptarse y amarse a uno mismo y disfrutar la vida así sea un ratico, varios días o muchos años.

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Otra de las líneas de productos que maneja son pantys para mujeres que han atravesado procedimientos quirúrgicos con biopolímeros, una alternativa de prendas prehormadas a las caderas y fabricadas con corte a láser y refuerzo para levantar naturalmente los glúteos y ayudar a la piel a que vuelva a adherirse cuando son retirados los biopolímeros.

“Me gusta mucho que ahora algunas mujeres ya no se quieren reconstruir el seno que pierden, no les importa vivir sin él y muchas de ellas que compran brasier no adquieren la prótesis, se están aprendiendo a amar mucho, nos estamos apropiando de nuestro cuerpo”, afirma Sandra.

La comunidad del barrio Mesa seguirá contando con una vecina que sueña con tener una casa donde las pacientes oncológicas reciban una asesoría de imagen integral, pues su esencia es ayudar a las que vienen detrás para afrontar juntas la vida.

Por Michelle Acevedo Vélez
michellea@gente.com.co

Foto Cortesía.

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