
Extraño robo en un cajero de la Av. Nutibara
La víctima asegura que le dieron alguna sustancia para que no reaccionara ante el robo; los delincuentes sacaron 600.000 pesos de su cuenta.
Este es el cajero donde cometieron el hurto.
El pasado sábado 22 de junio aproximadamente a las 11:00 a.m., Rafael Valencia, vecino de Laureles salió de su casa y fue a retirar al cajero del Banco Popular ubicado sobre una esquina de la avenida Nutibara, en la circular 4, él jamás pensó que sería víctima de un robo pues todo se veía muy normal cuando decidió entrar al cajero.
“Realicé varios intentos de retiro pero mi tarjeta no funcionaba, fui a comprar otras cosas y pensé en volver nuevamente a ver si ya habían arreglado el cajero, porque de pronto había una caída en el sistema, cuando regresé había un hombre detrás de mi y una mujer delante, no sé en qué momento llegaron”, contó el afectado.
Rafael afirma que el cajero estaba ocupado y que solo recuerda que el señor de atrás comenzó a hablarle sobre el daño de los cajeros, no recuerda con exactitud la conversación que tuvo, pero le pareció raro que la mujer que estaba adelante entrara y en cuestión de segundos saliera ofreciéndole ayuda para retirar el dinero.
“El hombre era mono, medía 1,70 más o menos, tenía un acento diferente, vestía bien, mientras que la mujer era de piel blanca, tenía cabello ondulado, pantalón blanco y sandalias altas. Ella me dijo necesitas ayuda para retirar y yo le dije que sí, no me encontraba en mis 5 sentidos“, manifestó la víctima.
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Rafael trabajó más de 10 años en un banco y asegura que nunca había pedido ayuda para sacar dinero de un cajero. “Cuando entramos, lo único que pensaba era que no me fuera a pasar algo malo, sabía que algo no estaba bien pero no podía hacer nada, no fui capaz de actuar, la sensación fue de impotencia, pedía a Dios que por favor me cuidara”.
Lo único que recuerda fue que, cuando digitó su clave, se veían los números en la pantalla y no los asteriscos que normalmente se ven por seguridad. Pasaron unos minutos y la mujer le dijo “acá te voy a dejar”, Rafael solo dijo gracias, su cuerpo y su mente no reaccionaron al robo.
La víctima explica que al instante recuperó el sentido y lo primero que pensó fue qué estaba haciendo en ese lugar con una mujer, cuando observó la tarjeta que tenía en la mano, la notó más deteriorada y en ese momento se dio cuenta que no era la suya.
“Yo salí muy alterado del cajero, no había tomado nada, ni recibido nada, el hombre todavía estaba afuera, me dijo qué me pasaba y le contesté, esa mujer me robó, él me dijo que había cogido hacia arriba, pero no le creí”, explicó la víctima.
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De inmediato, el afectado realizó una llamada para que su pareja intentara bloquear la tarjeta débito ya que pertenecía a él, pero le pedían demasiados datos, había más de 5 millones de pesos en la cuenta que eran para pagar su semestre de la universidad.
Rafael decidió ir a las oficinas de Unicentro para bloquear la tarjeta y que los delincuentes no pudieran realizar más retiros, efectivamente desde el banco le confirmaron que realizaron un retiro por 600.000 pesos. Rafael sentía la garganta seca, tenía pánico, no era capaz de explicar la situación y solo repetía “no me siento bien, no soy yo”.
En el centro comercial una persona lo asistió, le tomó los signos vitales y estaban bien, le recomendó ducharse y lavar la ropa que tenía por si le habían echado algún tipo de sustancia como escopolamina. Por su parte, el afectado pidió a las autoridades “más seguridad en este sector de la avenida Nutibara porque es muy solo, los árboles tapan la poca iluminación que hay y se necesita más vigilancia”.
¿Fue drogrado?
Ante esto, consultamos con Jorge Alonso Marín, presidente de la Asociación de Toxicología Química Colombiana, quien manifestó que “las sustancias que usan con fines delictivos, normalmente son una mezcla entre escopolamina y otros alternantes del sistema nervioso central como depresores o medicamentos de control para la ansiedad, inducir el sueño y que tienen una afectación en la memoria importante”.
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El experto añadió que estás sustancias hacen que el afectado no solamente pierda la voluntad, sino que se encuentre calmado y tenga alteraciones de la memoria, es por esto que por lo general no recuerdan el momento preciso cuando le suministraron la sustancia.
Sin embargo, Alonso Marín explicó que en la mayoría de los casos el contacto con estos químicos se da por vía oral, es decir, la víctima ingiere un líquido y, al perder la memoria, asegura que lo tocaron o rozaron.
“Es muy poco probable que por la vía respiratoria o el contacto físico se genere una absorción de estas sustancias, tendría que ser una concentración muy grande”, añadió el experto.
Desde la oficina de comunicaciones de la Policía Meval manifestaron que desconocen el caso pero que realizarán la investigación para que casos como este no se vuelvan a presentar en el sector.
Según cifras de la Policía y la Fiscalía entre 2016 y 2018 resultaron afectadas 602 personas en Medellín por hurtos que involucran sometimiento a la voluntad por drogas. Las zonas más críticas de la comuna 11 son la carrera 70 y la calle 33 entre la avenida 80 y la carrera 65.
Mientras tanto, el afectado ya tiene su denuncia en la Fiscalía y aunque sabe que es difícil que recuperen su dinero, quiere ayudar con la captura de estos delincuentes.
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Por Alexis Carrillo
alexisc@gente.com.co