Lourdes y su familia rescatan tesoros
En la “basura” de la gente Lourdes Palacio, Luis Javier Merino y su hijo Felipe, descubren objetos valiosos que, además de contar historias, aportan al cuidado del planeta. Conózcalos.
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Hace 30 años, Luis Javier abrió la Tienda del Mueble en el barrio San Joaquín para realizar trabajos de ebanistería, tapicería y pintura, enfocados en la restauración.
Su esposa se le unió para aprovechar su conocimiento en decoración de espacios y ofrecer asesorías especializadas en interiorismo.
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En ese entonces no eran conscientes del significado de la palabra reusar ni de su gran aporte a la preservación del medio ambiente.
Después de ganarse la Copa Nacional de Innovación y representar al país en Europa, Felipe agregó al negocio de sus papás nuevos estándares desde la Economía Circular e incluyó a la empresa en la Economía Naranja.
Por eso hoy se dedican a la restauración de mobiliario, fundamentados en lo natural y utilizando materias primas sostenibles.
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“Pero lo que nos diferencia de los demás es que logramos que los muebles hablen sobre esos recuerdos que han pasado de generación en generación”.
Además, ofrecen servicios de asesorías y talleres para despertar emociones desde el habitar los espacios.
“Las nuevas generaciones están apreciando los muebles antiguos y escogen actualizarlos con pinturas y telas contemporáneas, para darles un estilo renovado”.
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Pero además de embellecer los enseres de quienes no quieren tirar sus memorias familiares a la basura, los Merino Palacio rescatan de Emvarias lo que la gente botó a la basura.
“Ellos son nuestros aliados y nos mandan fotos de los muebles que están apunto de pasar por la trituradora. Una vez nos mandan las imágenes, tenemos de 2 a 3 horas para salvarlos, si no los recogemos inmediatamente, los convierten en polvo”.
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Una vez rescatados, los desinfectan, los rediseñan y los restauran o le dan una nueva función “para que otras personas los adopten y los usen de nuevo”. Por ejemplo, hace poco, usaron las puertas y cajones de escaparate para hacer un escritorio.
Lourdes creó una metodología de diseño basada en el reúso y escribió un libro junto a su hijo Felipe en el que explica con anécdotas familiares las bondades de recuperar con amor, cariño y dedicación las historias que hay detrás de los muebles.
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“Queremos restaurar para recordar, revivir y transformar las herencias en verdaderas obras de arte que llenen de valor los espacios de nuestro hogar”.
Pero ¿para qué restaurar o reusar un mueble? la respuesta es sencilla: se continúa con las historias familiares, la tela y la pintura le dan un nuevo aire al mueble y cuidamos el medio ambiente, al reusar hasta el 70% de la materia prima. Toda una apuesta a la sostenibilidad.
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Fotos Jaime Pérez
Por Dafna Vásquez
dafnav@gente.com.co