Así preparan la demolición del Mónaco
¿Por qué hay obreros trabajando al interior de la edificación? Conozca los preparativos para la implosión que se llevará a cabo el próximo 22 de febrero.
Tres segundos demorará el edificio Mónaco en colapsar. Así lo tienen previsto la Alcaldía de Medellín y la empresa Atila Demoliciones para la implosión de la estructura que se llevará a cabo el próximo 22 de febrero a las 11 a. m.
El secretario privado de la Alcaldía de Medellín, Manuel Villa Mejía, sostuvo que para que este proceso se lleve a cabo de una forma exitosa, ya se adelantaron jornadas de socialización con los vecinos ubicados a 100 metros a la redonda de la edificación.
Se tiene lista otra socialización con los habitantes y trabajadores de las edificaciones ubicadas por fuera de este radio, para explicarles si deben evacuar, agregó Villa.
El funcionario indicó que también han levantado actas de vecindad, han identificado personas con movilidad reducida a quienes deban ayudar con su desplazamiento ese viernes y mascotas que deban ser reubicadas temporalmente.
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¿Cómo sería la implosión?
Hace cerca de un año consultamos con el ingeniero Hernán Velasco, de la firma Atila, que resultó elegida para el proceso, cómo sería esta demolición y por qué era conveniente.
Velasco explicó que este método es útil para edificaciones de más 4 plantas y se fundamenta en la detonación escalonada y controlada de cargas explosivas en distintos puntos de la estructura.
Una de sus principales ventajas es la velocidad respecto a un desmonte a punta de pico y pala porque mientras la implosión toma unos cuantos meses entre la preparación, la implosión y la recolección de los escombros, el segundo método puede extenderse hasta un año y medio.
Ahora bien, ¿qué etapas comprende el proceso? En primer lugar, se lleva a cabo una evaluación ya que cada demolición es diferente bien por las características de la estructura, su estado o su entorno. Luego se determina cuál es el método más indicado.
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Se continúa con la preparación. Villa Mejía dijo que durante los últimos 2 meses se ha venido trabajando en las labores de predemolición, que incluyen el retiro de materiales que podrían salir expulsados como vidrios, puertas, ventanas y grifería, entre otros.
Del mismo modo, han venido marcando unos orificios en los que horas antes de la demolición pondrán cargas explosivas. Pero, a propósito de explosivos, ¿es seguro? De acuerdo con Villa Mejía, en consonancia con lo explicado por Velasco, este es un método seguro.
La extinta cárcel del Buen Pastor, el Space, Bernavento y sendos bloques en UPB y Eafit, entre otros, dan muestra de que es un procedimiento que no representa riesgos significativos para las edificaciones vecinas. El edificio de Ingenierías de UPB, demolido a mediados del 2017, por ejemplo, estaba a escasos 20 centímetros de otros bloques que no resultaron afectados.
Villa Mejía dijo que con el fin de evitar y proteger a los propietarios, se hicieron actas en las que constara el estado previo de los apartamentos vecinos.
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En cuanto a los explosivos, el ingeniero Velasco explicó que los usados no son inestables sino uno provisto directamente por Indumil con permiso de las fuerzas militares, conocido como Indugel Plus.
Entre sus características se cuenta una baja sensibilidad al roce y al impacto. Además, requiere de cordón detonante y detonadores eléctricos para que se pueda dar la implosión.
Una vez el Mónaco esté en el piso, se procederá a la recolección de escombros, proceso en el cual se invertirán unos 2 meses, según el secretario privado. Todavía no se sabe si se podrá usar una parte de estos para construir “Inflexión”, el parque memorial para las víctimas.
Así sería el parque que construirán en el lote del Mónaco.
Fotos: En las entrañas del edificio Mónaco
Por Álex Esteban Martínez Henao
alexm@gente.com.co