Ultrajala volvió para quedarse
Ultrajala volvió para quedarse
Este vecino, que empezó a rapear hace 22 años en las calles de La Sebastiana, lanzó una nueva canción.
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Aunque sus rimas seguían sonando, desde hacía casi 6 años Ultrajala no pisaba una tarima. Había cambiado la música por recorrer en bicicleta las calles de Montería. Pero él nació para ser artista, no tenía de otra, por eso volvió con De roce por Medellín.
En 1997, cuando tenía 12 años, Duván Gutiérrez, El Ultra, llegó a La Sebastiana. En ese entonces no usaba pañoletas, gorras, camisetas holgadas ni pantalones anchos. No tenía idea qué era el rap.
Lo asombraban la pinta y las canciones que escuchaban algunos vecinos. Nunca se había sentido tan cerquita de Nueva York. Los persiguió y, aunque le llevaban 5 años, lo aceptaron, le prestaron sus casetes y lo invitaron a cantar.
Tenía que hacer una audición para entrar al grupo. Mientras escribía un par de rimas asomado por la ventana, le pidió a una tía modista que le hiciera un jean negro con doble costura blanca, 2 tallas más grandes de lo habitual.
Llegó cargado de energía y comenzó a rapear. ¡Su talento era innato! Los versos que llevó eran oscuros y eso les gustó a sus nuevos amigos. Juntos lanzaron poesía y se postularon a unas convocatorias para cantar en uno de los festivales de rap más importantes de la capital antioqueña.
Nadie los conocía, pero sus pistas de LP viejos convencieron a los jurados. Eran los únicos participantes de la Ciudad Señorial y eso fue una piedra en el zapato, “‘ahí vienen los burgueses de Envigado’, nos decían. Pero cuando me monté al escenario cogí el micrófono: ‘Hola, mi gente, primero que todo no somos ricos’, con esa frase nos ganamos a los raperos de Medellín”.
Esa presentación fue un trampolín. Kiño, que pertenecía a RH Klandestino, les brindó su apoyo y los empezó a producir. Adoptaron el nombre de Ceda el Paso y en el 2001 salió su primer trabajo discográfico.
Dos años después de muchos cambios, Ultrajala inició su carrera como solista y lanzó, con la participación de varios cantantes reconocidos en el género, Ceda la dosis I. Enseguida vinieron Ceda la dosis II, Inhala, exhala y Ceda la dosis III. Su carrera artística estaba disparada.
Cada producción musical significaba más fama, sacrificios, pero también más pérdida de dinero. Sin embargo, por suerte, conoció un hombre que lo respaldó económicamente y en 2008 sacó al mercado el disco Vip (varios individuos parchados), en el que compartió con algunos reguetoneros, entre ellos, J Balvin. “Sin embargo, los raperos malinterpretaron el trabajo, en especial mi deseo de fusionar e innovar, y dijeron que yo era un vendido“. Las cosas se complicaron cuando en 2012 escribió Ehh kiay y Maluma le pidió que grabaran esa canción juntos. Él aceptó.
Ese mismo año decidió alejarse de la música. Se fue a vivir a Montería, donde era un completo desconocido y reinaban la champeta y el vallenato. En 2018 quiso regresar y la disquera JM World Music le abrió sus puertas. “Me dejé guiar e hicimos De roce por Medellín, una canción que une 2 estilos: rap y dancehall… Mejor dicho, hay rimas, hay artistas, hay equipo, hay ganas. Esto era lo que estaba buscando… Hay Ultrajala pa rato“.
Por Dafna Vásquez
dafnav@gente.com.co
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Fecha
Abril 5, 2019
Categoría
Artistas, Envigado, Gente