Envigado tiene sus propios vampiros

Envigado tiene sus propios vampiros

Envigado tiene sus propios vampiros

Perros de Reserva es una banda de rock que hace canciones protesta y defiende la vida. Conozca de qué se trata.

Elliot es un vampiro de 450 años que llegó directo de Transilvania a vivir a un castillo en la loma de las Brujas. Contrario a lo que la gente cree, él si puede recibir la luz del día, solo que mengua un poco sus poderes, así que no se extrañe si de pronto lo ve recorriendo las calles de Envigado, “enloqueciendo a grandes y chicos al ritmo de sus canciones, con un baile que los humanos llaman pogo”.

Perros de Reserva es el proyecto musical que este vecino creó hace 5 años y medio con un grupo de amigos. Empezó en Medellín, pero poco a poco migró a la Ciudad Señorial y en 2015 lanzó su primer EP, Mal amor, una producción que le permitió encontrar una identidad propia.

Los vampiros de la carretera, como son conocidos entre sus seguidores, son “macabros juglares que cantan poesías sobre corazones rotos, rebeldía adolescente, protesta antitaurina e historias fantásticas de las criaturas de la noche”.

Al escenario salen personificados con un maquillaje grotesco que, de acuerdo con el vocalista, recuerda la proximidad de la muerte y, al mismo tiempo, concientiza al público de la vida, que al fin de cuentas es lo que pretenden sus canciones, hacer alusión a la indignación y al rechazo frente al maltrato de los seres vivos.

Pero antes de dedicarse de lleno a la música, Elliot tocaba la batería en otra agrupación. Sin embargo, para darle forma a su propio sueño, debió aprender a cantar. “Contra todo pronóstico entré a clases de técnica vocal. Aguanté muchas críticas al principio, hasta que me fui consolidando y creé un estilo particular que está muy cercano a lo que es Rockenstein o Rob Zombie”.

De profesión este vecino es abogado. No obstante, luego de un accidente de tránsito que lo dejó 2 años y medio sin caminar, diseñó un plan para que el Derecho estuviera menos presente en su vida y dedicarse de lleno a esa pasión que lo había perseguido desde pequeño. Cinco años después, en 2010, fue que se entregó en cuerpo y alma a la música.

Desde el inicio el supo que Perros de Reserva no podía ser solamente una banda de rock, “tenía que tener un desarrollo de actividades artísticas que lo envolvieran, por eso hay danza, bodypaint, artes visuales, vestuario, cómic y juegos de roles en las que hay un montón de colectivos involucrados”.

Las letras las escribe él. Cada canción es un grito de protesta, así lo reafirma en Cultura tortura, su último videoclip, en el que sugiere a la juventud rechazar pacíficamente las corridas de toros y, de igual forma, confiesa su amor por los animales.

El vampiro es el símbolo insignia de esta agrupación, porque posee una cualidad que muchos humanos anhelan: la inmortalidad. Y precisamente eso es lo que quiere Elliot, que Perros de Reserva sea infinita y se convierta en un referente cultural envigadeño, para que en unos años todo el mundo sepa quiénes son los vampiros de Envigado.

Foto: cortesía, Perros de Reserva.
Por Dafna Vásquez
dafnav@gente.com.co

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Fecha

Marzo 20, 2019

Categoría

Artistas, Envigado, Gente

Tags

artistas, banda, envigado, música, rock, vampiros