Daniela Lice, una heladera de talla internacional

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Daniela Lice, una heladera de talla internacional

Hace un par de semanas, Daniela Lince estaba pasando por uno de los momentos más tensionantes de su vida: en Chicago, parada en frente de los 3 jurados nortemaericanos que calificarían su desempeño en el Gelato World Tour, el concurso internacional de heladería artesanal que elige el mejor sabor del año. No pudo evitar el nerviosismo porque, según cuenta ahora, después de haber alcanzado el primer lugar en el certamen, debía sustentar en inglés el resultado de su participación, “y eso fue muy denso para mí. Estuve muy asustada. Incluso pregunté si podía hablar en italiano pero me dijeron que no, así que hice lo mejor que pude”.

A final, la falta práctica en el idioma resultó siendo lo de menos, porque el sabor y la técnica de preparación de “Amoracuyá”, su desarrollo, hablaron por ella. Y no solo lo hicieron ante los jurados, encargados de calificar el método de producción, sino también ante el público y los demás concursantes. “Los jurados me dieron un 3.9 de 5.0; el público me dio un poco más de 13 en una escala de 15; y el 80% de mis compañeros me apoyo a mí. Eso me pareció algo muy bonito porque no se sintió el ambiente de competencia. Todos nos apoyamos en lo que pudimos, por ejemplo, yo le regalé un poco de chocolate a un compañero y otros me ayudaron a decorar”, relata.

Agrega que ese ambiente de competencia que no sintió en este, su primer concurso, sí hará parte de la siguiente fase del Gelato World Tour, que será el año entrante en Italia. Allí se encontrarán los ganadores de las etapas de cada continente, y Daniela será la cara de América, junto a los concursantes que ocuparon el segundo y tercer lugar en Chicago. Ante ese suceso reconoce que los nervios seguirán acompañándola, pero trata de ignorarlos porque sabe que tiene aún tiene tiempo para hacer los cambios que quiere en “Amoracuyá”, teniendo en cuenta el clima y el público italiano: dos aspectos que, cree, son fundamentales en la técnica del heladero.

“Eso fue lo que hice cuando supe que iba a concursar en Chicago. Aumenté un poquito el porcentaje de grasa en el helado porque es algo que les gusta a los nortemaericanos. En el caso de Italia creo que voy a desarrollar la preparación con glucosa, que es muy común allá, y tengo que ajustar el porcentaje de azúcar, porque aquí el máximo es 18, pero allá en invierno es casi de 24”, dice con emoción, y añade que su conocimiento sobre el público de Italia se debe, en parte, al curso de 3 meses que hizo en la Gelato University Carpigian, una de las universidades para heladeros más reconocidas en el mundo.

Por ahora, Daniela pasa el tiempo que puede en su laboratorio, con el fin de perfeccionar “Amoracuyá” y los demás sabores de Dolce Gelato, la marca que empezó a construir junto a su papá cuando estaba en el colegio —ahora está en sexto semestre de Ingeniería de Alimentos—, y que ahora, como asegura, está posicionada entre los clientes de los 2 restaurantes de pizzas y lasaña que fundaron sus papás. También se dedica a dar asesorías y capacitaciones, a prestar servicios de maquila para otros heladeros, y a desarrollar productos para terceros. “Así creo que seguiré porque este es mi proyecto de vida, y sé que detrás de él hay un montón de gente: la que elige un helado para pasar la tristeza y la que lo elige para compañar su alegría. Eso es lo que me motiva”.

Por Laura Villamil.

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Fecha

Junio 17, 2016

Categoría

Creativos, Emprendedores, Gente

Tags

el poblado, emprendedora, heladera, ingeniera, innovadora, joven, mujer, negociante, talento