Piques ilegales, la peligrosa tentación en los jóvenes de Medellín
Es como si se sumergieran en una película y disfrutaran de una emoción extrema, prohibida en ciudades como Medellín, donde sus residentes han denunciado los piques ilegales como una práctica que pone en riesgo su tranquilidad y la vida de quienes la realizan.
Foto tomada en el 2018, sector Las Palmas, por Manuel Saldarriaga.
Durante el aislamiento obligatorio, producido por el coronavirus (covid-19), se disminuyó considerablemente esta actividad. Sin embargo, durante este mes de septiembre, en el que hay más libertad y una reapertura económica, se han presentado casos, reportados por los vecinos,especialmente en sectores como Las Palmas y la avenida Las Vegas (Ciudad del Río). ¿Cómo controlar esta situación?
Respeto por la vida
Las denuncias de los vecinos, que afirman aglomeraciones de personas reunidas en estos sectores para dichas prácticas ilegales, hicieron que hace 2 semanas las autoridades realizaran operativos, en los que la Secretaría de Movilidad impuso 137 comparendos e inmovilizó 16 motos y 5 carros que participaban en estas carreras en la vía Las Palmas y la avenida Las Vegas, a la altura de Ciudad del Río.
“Vivo en una unidad en Ciudad del Río y es un desespero el ruido que hacen estos vehículos a las 2 de la mañana, más o menos. Fines de semana…. y hasta en semana se siente que están realizando piques. Varias veces hemos llamado a la Policía, pero cuando llegan ya se han ido. Muy seguramente alguien los alerta”, dice Jorge Enrique Zuluaga, vecino de este sector y quien desde hace varios meses viene denunciando dicha situación.
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Carlos Marín, subsecretario de Seguridad Vial y Control de Medellín, asegura que “estamos enfocándonos en cuidar la vida y en una visión de cero muertes viales. Es por eso que insistimos en ese mensaje muy especial para reducir los límites de velocidad, que haya seguridad y respeto por las normas y que así no se generen prácticas indebidas en la ciudad”.
?♂️?♀️Nuestro Cuerpo de Agentes de Tránsito, en labor conjunta con la @PoliciaMedellin y el @Col_Ejercito, realizaron operativo de control en la Av. Las Palmas, con un total de 128 comparendos y 42 motos inmovilizadas. pic.twitter.com/J8TC1xEoN4
— Secretaría de Movilidad de Medellín (@sttmed) September 25, 2020
“No dejarse llevar”
Carlos David* (nombre cambiado por petición de la fuente) es aficionado a las motos desde que era niño. Hoy tiene 26 años de edad y acepta que hasta hace 2 años fue partícipe de estas carreras y piques ilegales. “Hacía algunas ‘maromas’ en el barrio (La Mina, Envigado), pero no pasaba de ahí. Conocí unos amigos que les gustaba el tema de las motos y carros y que también hacían algunos piques en Las Palmas. Cierto día me invitaron y quise probar cómo era eso. Le digo, pues, que me gustó tanto que sentí que me envicié al tema”.
Según Carlos*, sus padres se fueron dando cuenta de la situación. Ya este vecino no paraba en la casa y sospechaban que algo malo estaba pasando en la vida de este joven. “Ellos creían que yo me estaba drogando, pero nada que ver, nunca me ha gustado eso. Mi único vicio era la adrenalina y sentir que me estaba adueñando del mundo a través de la velocidad”.
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Dice que ni los comparendos que se ganó durante este tiempo fueron suficientes para que él aprendiera. “Lo único que me hizo aterrizar fue una noche, también en Las Palmas, cuando vi la muerte a mi lado. Estaba apostando una carrera con un automóvil de un parcero. Cuando me di cuenta vi un camión al final de la curva, ya encima de mí. Logré esquivarlo, pero me fui contra un poste. No recuerdo más… desperté en la clínica con tres costillas fracturadas y varias heridas en todo el cuerpo”.
Desde ese momento, Carlos* se dio cuenta que la vida le brindó una segunda oportunidad. “Yo tengo mi moto, pero no para hacer esos disparates. Tengo una vida por delante, a mis padres vivos y muchos sueños por cumplir. Al que le gusten las emociones, pues qué bien, pero que no arriesgue su vida ni la tranquilidad de las personas… no es justo”.
Carlos Cadena, secretario de Movilidad de Medellín, dice que “no hay nada más peligroso que ejercer de manera irresponsable estas velocidades extremas en el espacio público. Este es un llamado enfático a que juntos le demos la espalda a este terrible fenómeno”. Durante los más recientes operativos, funcionarios del Tránsito de Medellín han tenido la compañía del Ejército para garantizar su seguridad en medio de estas aglomeraciones, que también han sido registradas por medio de videos a través de las redes sociales a altas horas de la noche.
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Operativo que se realizó hace dos semanas en Las Palmas en el que se inmovilizaron 16 motos y 5 carros. Foto: cortesía Secretaría de Movilidad
En análisis
Nicolás Parra Bolaños, psicólogo y neuropsicólogo, vecino del barrio Laureles, nos comparte el siguiente análisis: “Lo primero que tenemos que entender es que hay un campo llamado la psicología evolutiva, planteado por el experto de la Universidad de Harvard, Steven Pinker. Allí se analiza el comportamiento humano en las diferentes culturas y donde se demuestra que el cerebro humano empieza a desarrollarse en dos etapas: preadolescencia y adolescencia”.
“El lóbulo frontal del cerebro es el que más demora en evolucionar y es aquel que permite medir las consecuencias de las decisiones que tomamos en la vida, llevadas también por las emociones. Es allí donde nos encontramos con estos jóvenes, comúnmente que van desde los 13 hasta los 25 años de edad, donde se identifica un comportamiento particular en las hormonas y feromonas, que los lleva a tomar decisiones en las que se juegan la vida, donde encuentran libertad y plenitud, tal y como pasa en estas actividades de piques y carreras ilegales”, explica.
“Suena crudo, pero los cementerios del mundo están llenos de personas jóvenes, que ven en el fruto prohibido una fuerte atracción, pero que también es por falta de esa educación y formación frente a esta conducta en específico. Esto no es un fenómeno nuevo. Cuando decimos ‘estos jóvenes de ahora’ estamos cayendo en un error. Son los jóvenes de siempre que, por carencia de esta educación, agudizan dichas problemáticas”,concluye el experto.
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Por Daniel González Jaramillo
danielgj@gente.com.co