
Unas 10 personas viven en un edificio abandonado en El Poblado
Unas 10 personas viven en Soler Gardens, un proyecto abandonado en El Poblado (Medellín). Los vecinos se quejan por problemas de convivencia y seguridad asociados.
Mientras que en el Hotel Intercontinental se alojaron los dignatarios que abordaron durante la Asamblea de la OEA la crisis de Venezuela, al frente de este duerme vive y trabaja una pequeña muestra de la tragedia.
Se trata del proyecto Soler Gardens, un edificio que iba a ser uno de los referentes de la arquitectura y el comercio en Medellín y del que no queda más que el cascarón, un esqueleto.
De aquella iniciativa de 56.023 metros cuadrados en el que Fajardo Williamson iba a construir locales comerciales, oficinas, un casino y un centro de acondicionamiento físico solo queda un edificio a medio construir, metros de polisombra como cerramiento y maleza.
Al pasar por allí, se puede oír actividad dentro del edificio. Son martillazos. Provienen del primer piso. Basta con pasar un broche para encontrarse de frente a uno de los habitantes.
Lea además: Finca en San Lucas, a extinción de dominio
Lo llamaremos Javier. Es un venezolano proveniente de Maracaibo que llegó hace unos 6 meses a Medellín, a la edificación.
Llegó gracias a la mediación de su hermana, también venezolana, que había arribado cerca de un año antes a Soler Gardens. Luego de conversar con el administrador, logró hacerle un espacio a Javier, y le envió los pasajes para venir.
Él hizo lo mismo con sus hijos, a quienes les mandó los pasajes con los cuales salir de su país. Con una camiseta de la pasada elección presidencial y un serrucho en la mano derecha, él cuenta a las volandas que en el edificio tienen agua y alcantarillado. De fondo suena un radio, por lo que no hace falta preguntarle a Javier por si cuenta con flujo eléctrico.
Un mar de quejas
Pero la tranquilidad de un techo temporal para Javier es la fuente de molestia y preocupación para un grupo de vecinos.
Le sugerimos: En San Lucas hay 49 licencias de construcción
La administración del edificio San Marcos, así como vecinos de Siena, Villas del Country, Plaza San Marcos, entre otros, señalan Soler Gardens como fuente de sus preocupaciones.
En un principio en el edificio alojaban perros que andaban sueltos. Ellos llegaron a atacar a varios habitantes del sector, hasta que de repente desaparecieron.
Con el paso de los años y debido al abandono, los asaltantes han hecho su aparición. Las empleadas domésticas han sido víctimas de atracos por parte de personas que, aseguran los habitantes, salen del edificio.
Inclusive los trabajadores de las unidades del sector han optado por no usar el paradero de buses contiguo al edificio abandonado por temor a ser víctimas de los ladrones.
No se pierda: Las 5 obras con la que esperan mejorar la movilidad en El Poblado
Pero no todo son problemas de seguridad. Las rutinas simples se han transformado. Por ejemplo, los vecinos que solían caminar tranquilamente desde la portería de sus unidades hasta la vía Las Palmas dejaron de hacerlo por temor.
Y los problemas no solo son de día. De noche el ruido proveniente de la edificación rompe la tranquilidad del sector. Además, hay vehículos de alta gama que estacionan allí para, según los vecinos, consumir drogas en el espacio público.
Superados
En la actualidad, Soler Gardens se encuentra en medio de una serie de litigios entre compradores y constructores. Uno de ellos es el recurso extraordinario de casación que recibió la Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia contra el fallo del Tribunal Superior de Medellín en el caso contra Andrés Fajardo Valderrama, Fajardo Williamson, Fideicomiso Soler Gardens y Promotora Soler Gardens, entre otros.
Este enredo jurídico ha impedido que los vecinos, que han recurrido a los propietarios, obtengan una respuesta por ello. De acuerdo con los denunciantes, con frecuencia llaman a la Policía y a la Alcaldía, para buscar soluciones a la invasión del predio que tanto malestar les genera.
Le puede interesar: Túnel de oriente estaría listo para el 1° de agosto
Aseguran que los uniformados no hacen presencia siempre que se les llama. Esto ha llevado a que se presenten riñas con heridos dentro de la edificación.
Javier, así como otros ocupantes de la edificación, confirman que la Policía hace constante presencia en el predio, recomendándoles evitar el ruido, las riñas y estar en la calle durante las horas de la noche.
Por su parte, la Administración municipal conoce del caso. Distintas comunicaciones enviadas por los vecinos a la inspección de Policía 9B dan fe de ello. Además, hay constancia de varias comunicaciones dirigidas a la Secretaría de Seguridad. En respuesta a la misiva de los vecinos, la Secretaría de Seguridad remitió el caso a la Policía, para que el cuadrante del sector haga más presencia en el edificio en cuestión.
Siga leyendo: La mitad del lote del Palermo se destinaría a espacio público
Por Álex Esteban Martínez Henao
alexm@gente.com.co