En El Poblado nace una casa para los libros

En El Poblado nace una casa para los libros

En El Poblado nace una casa para los libros

Culminó la construcción de la nueva sede de Tragaluz Editores en El Poblado. Se espera que abra sus puertas al público en los próximos meses.

Un primer piso con un café que sirva como sitio de encuentro y una galería; un segundo con oficinas y un espacio de coworking, y un tercero donde se lleven a cabo talleres, así es la nueva sede que terminó de construir Tragaluz Editores a pocos pasos de Acción Impro.

La editorial nació en 2005 fruto de la pasión por los libros de Pilar Gutiérrez Llano, quien ahora es su directora, y Juan Carlos Restrepo Rivas, el editor. Desde entonces han peregrinado por oficinas en el edificio Colmena, Meridia y finalmente al edificio Lugo, donde estuvieron 9 años.

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Gutiérrez dice que durante todo ese tiempo siempre tuvieron un sueño: “Qué rico tener una casa”, que se asemejara a las antiguas casas editoriales.

El anhelo de contar con una sede empezó a tomar forma hace unos 5 años, cuando empezaron la exploración de posibles lotes donde construir y posibilidades financieras.

En el proceso de exploración se encontraron con una casa en la calle 9 con la carrera 43C. La vivienda, con poco frente y mucha profundidad, “chorizuda”, como la calificó Gutiérrez, pudo haber sido restaurada, pero los costos de esta operación hicieron inviable el proyecto.

Así que optaron por una nueva edificación, cuya construcción empezó este año y concluyó hace pocas semanas.

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El interés de Tragaluz por la ilustración se nota en la portada de su obra más grande: la nueva edificación. Allí hay un muro que servirá para que los artistas urbanos le den color y textura a la nueva sede.

En el primer nivel, los visitantes encontrarán una sucursal de Café Retiro, que será un lugar de encuentro “para que la gente venga a trabajar, comparta sus ideas y donde nazcan muchas cosas”.

También hay un patio central, hasta donde llegarán las mesas del café, bajo la sombra de un falso pimiento (Schinus molle).

Al fondo hay una sala que será una galería: “Tragaluz ha hecho un trabajo importante con ilustradores y queremos seguir haciendo ese énfasis. Entonces queremos que esta sea la casa de los ilustradores“.

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De acuerdo con Gutiérrez Llano, esta galería entrará a conversar con la de Casa Teatro El Poblado, donde en la actualidad tienen la galería El huésped ilustre. Esta seguirá funcionando, pero en su sede de Astorga tratarán de generar un circuito que invite a los asistentes de una y otra galería a visitar a su par.

“Aquí vamos a tener énfasis en ilustración, pero no nos limitaremos a eso. Si llega alguien que trabaje la escultura o la tridimensionalidad, también tendrá su espacio aquí; ojalá sea muy interactivo”, agregó la directora de la editorial.

En el segundo piso estarán las oficinas de Tragaluz y un espacio de coworking, que les sirva a personas que trabajan con la editorial y tienen sus proyectos independientes.

La tercera planta tiene las oficinas de la directora y el editor, además de un área dedicada a los talleres que abarcarán las distintas etapas de la edición, como el diseño, la ilustración, la escritura y la caligrafía, entre otros.

La cabeza detrás del diseño
Pablo Lara, arquitecto egresado de la Universidad Pontificia Bolivariana, es quien convirtió el sueño de Tragaluz en un edificio moderno.

El joven arquitecto lleva años trabajando con la editorial. Según cuenta Pilar Gutiérrez, él diseñaba los stands o espacios efímeros. Lara asegura que con el propósito de aprovechar el espacio y que contara con buena iluminación, que se adaptara al programa de Tragaluz.

En todos los esquemas que exploraron siempre estuvieron apegados a la idea del patio central. “Queríamos unos espacios muy limpios, entonces lo que hicimos fue dividir el espacio en 2 volúmenes para dividir las funciones que necesitaban —uno atrás y uno adelante—, abrir un hueco en la mitad para iluminar la parte de atrás y dejar los costados, que son los espacios menos iluminados, para las escaleras y los baños”, explica Lara.

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Entre las particularidades de esta edificación, están las ventanas de la fachada que, según Lara, son cuadradas y tienen dimensiones similares a las de una vivienda, con el fin de darle un aire de hogar. Asimismo, los puentes y escaleras que conectan cada uno de los pisos de los 2 volúmenes son perforados para permitir el paso de la luz.

Por el momento avanzan las últimas adecuaciones para darle apertura entre diciembre de este año, cuando llegue el Café Retiro, y enero del 2019, cuando se de la inauguración oficial de la casa de Tragaluz.

Por Álex Esteban Martínez Henao
alexm@gente.com.co

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