La Navidad de la casa de los Vasco, tradición en El Poblado

La Navidad de la casa de los Vasco, tradición en El Poblado

La Navidad de la casa de los Vasco, tradición en El Poblado

El Poblado, además de los alumbrados en la zona rosa, también se ilumina gracias a la decoración de esta casa, ya reconocida por décadas en el sector.

Desde hace 50 años no falla la novena en la casa de los Vasco, una familia del barrio Manila, cuya casa es reconocida por su decoración navideña. No hay rincón en este espacio al que le falte algún detalle decembrino, y esto lo convierte en un verdadero museo de puertas abiertas.

Ruth Vasco, integrante de la familia y gestora de esta decoración, asegura que se demora 5 días en dejar lista la casa, no solo para su familia, sino también para las personas que quieran visitarla. “Tenemos las puertas abiertas para quienes quieran ver y disfrutar de esta decoración. Además, nuestra novena se convirtió en una costumbre barrial. Acá vienen personas de todas las edades para compartir con nosotros”, dice Ruth. Y tiene toda la razón. No hubo necesidad de pedir permiso para ingresar.

Ya están tan acostumbrados a que las personas del barrio vean su casa que casi se presenta como un museo abierto al público. “Yo ya no soy la que me pongo en estos trotes, es un primo el que nos ayuda, pero eso sí… acá no se pone una bola si no es con mi permiso (risas)”, agrega Ruth.

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Y fue a principios de los años 70 cuando la familia Vasco comenzó la tradición de rezar las novenas, al lado de un monumental pesebre. “Usted pasa por acá y de una se quiere quedar. Cuando están las puertas cerradas, usted se asoma por la ventana y ve tremenda decoración en el interior. Eso llena de orgullo y vida al barrio y a El Poblado en general”, dice Martha Luz Guerra, una vecina del sector.

Para todo público
A la entrada de esta casa se puede apreciar un pesebre, con base de piedra, algunos materiales reciclables y luces de todos los colores para hacerlo más llamativo. “En esta casa no nos faltan las novenas cada año. Acá son bienvenidas las personas de todas las edades, especialmente los niños. Como este barrio ya es de viejitos (risas), entonces hemos visto que también se han acercado familias de otros sectores… y eso nos llena de mucha alegría”.

Y estas experiencias con la gente en dichas fechas especiales las tienen registradas en un libro familiar, en el que los Vasco confirman que su casa será recordada como una de las más acogedoras del barrio Manila… y de la ciudad en general.

Por Daniel González Jaramillo
danielgj@gente.com.co

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