
Metroplús tendrá buses eléctricos a finales de este año
En 2008 la discusión sobre la tecnología que movería al metroplús dividió opiniones. Por un lado estaban los que defendían el uso de la energía eléctrica, por su impacto positivo en la calidad del aire, y por otro, los que apoyaban el gas natural bajo el argumento de que los costos eran más bajos.
A pesar de la oposición de ambientalistas, académicos y algunos concejales que justificaban las cero emisiones de la energía eléctrica y advertían que estos buses podrían durar hasta 10 años más, el entonces alcalde, Alonso Salazar, se decidió por el gas natural. Explicó que los transportadores, quienes se tenía pensado que operarían el sistema, no podrían invertir en los vehículos y además la implementación de redes eléctricas podría haber aumentado los costos y tiempos de la obra.
Hoy, casi 9 años después de la polémica, el Metro de Medellín (que asumió la operación de metroplús desde su puesta en marcha), EPM, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá y la Alcaldía vuelven sus miras a la energía eléctrica con un plan piloto que propone integrar a la flota del sistema de transporte masivo 1 padrón y 1 articulado que funcionan 100 % con energía eléctrica.
Los buses tendrán la misma capacidad que los actuales, 160 pasajeros en los articulados y de 70 a 100 en los padrones, según el recorrido. Como anunció Diego Giraldo, profesional del área de Buses del Metro, el proyecto consiste en la importación de los vehículos a finales de 2017 y su puesta en operación por un lapso de 3 años, esto con el fin de decidir si toda la flota podría migrar a esta tecnología.
De acuerdo con EPM, la incursión en este plan no quiere decir que se haya acabado el gas natural, sino que, como explica el profesional de Transmisión y Desarrollo, José Fernando Isaza, la entidad se ha preocupado por la exploración de estas tecnologías limpias a partir de segmentos como el del transporte masivo con el metro, sus cables y el tranvía y el de las 4 ruedas con oferta de suministro de energía.
12,5 kilómetros tiene la línea 1 de metroplús. La línea 2 tiene 13,5 kilómetros.
“Respecto a los buses, nos encontramos en un momento de tratar de hacer la validación tecnológica. Es decir, si una entidad le pregunta a EPM su opinión técnica sobre masificar buses eléctricos, hoy por hoy no hay una respuesta contundente, porque la tecnología que nosotros tenemos ahora es la de gas natural”, explica Isaza y señala que esta línea se encuentra en una etapa de maduración en la que, con la alianza entre el Metro, EPM, el Amva y la Alcaldía, exploraron las tecnologías y proveedores en diferentes partes del mundo, para definir cuál de ellas sería viable para las necesidades del área metropolitana.
Los buses que llegarán desde China funcionan con baterías, es decir que no necesitarán catenarias y se recargarán en estaciones especiales durante las noches. “Las marcas que hemos contactado hacen de 1 a 1,2 kilómetros por kilovatio, y las baterías garantizan una operación diaria del orden de 300 kilómetros”, indica Jorge Ignacio Vélez, profesional de la gerencia de Desarrollo e Innovación de EPM.
Según él, los líderes del mundo en este tipo de tecnologías limpias son los asiáticos, “tienen una oferta de más de 20.000 buses rodando allá, y eso nos da la tranquilidad de que no vamos a ser conejillos de Indias”. El proyecto contempla además la idea de contar con un representante de la marca en el país, que pueda hacerse cargo del proceso de la posventa con las garantías y el servicio de mantenimiento.
El profesional de Desarrollo e Innovación argumentó que el plan piloto no se hizo con catenarias porque esto implicaría el montaje de toda la estructura. “Aunque esa es la tecnología probada en el mundo, nosotros estamos buscando ser líderes en este segmento y hacer la apuesta para que funcione solo con batería y no tenga la contaminación visual que generan las líneas aéreas de contacto”.
Además del bus articulado y el padrón que se importarán gracias a la alianza, EPM va a adquirir un bus con capacidad para 30 personas, que se utilizará para llevar a sus empleados hasta las estaciones del metro. “Nos interesan mucho también las pruebas de ese bus porque de ese tamaño son otros vehículos de servicio público, entonces las conclusiones que saquemos van a servir como referentes para ellos”.
Vélez explicó que de 2008 hasta hoy el desarrollo tecnológico ha abierto la posibilidad de analizar la migración a la energía eléctrica para el funcionamiento de estos buses, pues antes era indispensable la adecuación de catenarias que encarecían las obras y, en vista de que no hay subsidios para el transporte público por parte de las administraciones municipales, esos costos no podían transferirse a las tarifas de los usuarios.
Por Jessica Serna Sierra.
jessicas@gente.com.co
ANÁLISIS
Medellín ya no está para hacer ensayos
Andrés Emiro Díez, Ph. D. en Ingeniería.
@andresediez
Para el tranvía de Ayacucho no se hicieron ensayos, simplemente se tomó la decisión de hacer el proyecto y se construyó. Hoy en día tenemos el beneficio de que más de 30.000 personas optan por este transporte público en vez de vehículos y esto representa un ahorro en emisiones y un impacto muy bueno en calidad del aire. Pienso que Medellín ya no está para hacer ensayos, la situación del aire es tan grave, que ya deben definirse los proyectos y comenzar la construcción. Más demora y más pruebas me parece que no son convenientes. Se decía que las vías por donde iría metroplús eran muy empinadas y que los buses eléctricos no subían, pero una prueba de que sí se puede es el tranvía de Ayacucho operando; los buses eléctricos en Medellín tienen mucho campo. De hecho, si se mira bien, el tranvía es un bus especial muy similar a lo que se proponía en esa época desde la U.P.B. para metroplús, porque su tracción principal es con rueda neumática, entonces se parece más a un trolebús que a un tranvía; el riel metálico solo es de guía. A mí me parece que es un error la dependencia completa de la batería, porque sería volverla otro consumible, es decir que su tamaño podría implicar que se transporten menos pasajeros para cumplir los pesos reglamentarios. Para mí la combinación ideal es usar línea aérea de contacto (catenarias) y baterías de respaldo, de manera que el bus pueda funcionar conectado a la vía eléctrica en las troncales, mientras se recarga, y desconectarse para hacer recorridos en los barrios.