“Laureles cambió cuando llegaron los edificios”

“Laureles cambió cuando llegaron los edificios”

En Gente le contamos cómo fue el proceso de la transformación del barrio Laureles, pasando de las viviendas grandes y las familias numerosas a los rascacielos y las zonas comerciales.

Así era la vida en Laureles hace 60 años

A la memoria de los vecinos más longevos

Atrás quedó el ‘viejo’ Laureles que vio nacer a más de un residente actual, quienes notan con asombro el drástico cambio que sufrió su amado barrio… Y que hoy en día se rige por esas normas de transformación cuando llegó el desarrollo, las grandes construcciones y el comercio.

Como dicen algunos residentes que llevan más de 50 años como habitantes de la comuna 11, “pasamos de ensayar un estilo de vida en un sector desconocido como Otrabanda, lugar que decían que era inhabitable por las zonas pantanosas y los mosquitos, a convertirlo en uno de los mejores vivideros de la ciudad”.

Y es que fue así como las primeras familias que se asentaron en los barrios de la comuna 11 describen uno de los sectores más apetecidos de la ciudad, en ese tiempo por sus amplias zonas verdes, la cercanía con el centro de la ciudad, la facilidad para llegar a fábricas ubicadas en la av. 80 y La Palma, además de la posibilidad de construir casas grandes accediendo a créditos de vivienda con facilidad.

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¿Qué pasó entonces?, ¿en qué momento Laureles dejó de ser el mejor vividero? y ¿cuáles fueron los principales factores para la transformación del entorno?, son algunos de los interrogantes que responderán, varios vecinos que aparte de vivir o haber vivido mucho tiempo en el territorio, tienen un enfoque desde la literatura, el arte, la administración y la memoria.

Un barrio que perdió la tradición

Verticalización de laureles

Aníbal Vallejo, vecino de Laureles la mayor parte de su vida, comentó que el diseño del barrio es hermoso, “Pedro Nel hizo un muy buen trabajo trazando a Laureles a partir de la UPB y teniendo en cuenta la conexión con sus parques principales”. Sin embargo, a principios de los años 90 el barrio comenzó a cambiar su estilo clásico e histórico.

“Las grandes construcciones y que se empezaran a mudar las grandes familias que estaban asentadas en las enormes casas, generaron que comenzara una transformación en el barrio donde estos espacios fueron usados para hacer edificios con más apartamentos, pero más pequeños y la llegada del comercio. Por ejemplo, en mí cuadra solo está mi casa y al frente la de mi hermano, las cuales fueron construidas en los años 40”, señaló el vecino.

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Por su parte, José Guillermo Anjel, profesor investigador del centro de humanidades de UPB y escritor, señaló que “inicialmente Laureles se planteó como un barrio para la clase media y trabajadora, quienes comenzaron a ahorrar y tener un crecimiento en su poder adquisitivo. Sin embargo, es un sector donde el mundo barrial, debido a las construcciones Bauhaus, prioriza la vida interna por encima de la vida en la calle”.

Así era la vida en años pasados

El laureles de antes

Para este docente los vecinos de Laureles tenían un circulo social pequeño dentro del mismo barrio, conocían a sus vecinos aledaños y los padres del mejor amigo de su hijo. Eran familias que normalmente se desplazaban en vehículos para ir al trabajo, escuelas o el centro de la ciudad y por eso es que la mayoría de casas antiguas tenían garajes.

“Durante muchos años fue una forma muy americana de vivir, la mayoría de personas tuvieron la oportunidad de ir a una universidad o eran técnicos buenos de algún instituto de la época. Se dan cuenta en los años 60 y 70 que prima un barrio moderno y no hay nostalgia por lo viejo, como ocurría en otros sectores de la ciudad”, explicó.

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La ‘llegada del barrio dormitorio’

Verticalización de laureles

Como la mayoría de personas que vivían en el barrio eran empleados se empezó a generar una tendencia aplicada en lugares como El Poblado, donde la gente solo usaba el barrio para ir a dormir y descansar.

“Obviamente se empieza a transformar con la llegada de más personas, es decir, vieron que a quienes se fueron a Otrabanda les fue bien, construyeron sus casas unifamiliares o de un solo piso pero grandes, para comenzar a hacer edificios de pocos pisos, precisamente para ofrecer el servicio del barrio dormitorio, explicó Anjel.

Así fue como el concepto de verticalización de la propiedad, es decir, elevar los pisos, se fue llevando al Laureles que un día disfrutaron vecinos como ‘memo’ Anjel y Aníbal Vallejo.

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“Al menos en los edificios de 3 pisos la gente se conocía y por lo menos se saludaban. Sin embargo, en los 90 comenzaron construcciones de infraestructuras de 8 y 10 pisos donde nadie se conoce con nadie y son espacios usados solo para descansar en las noches”, comentó el docente.

Adicionalmente, a la llegada de la verticalización con los edificios, cuenta Anjel que empiezan a llegar al barrio los denominados ‘NN’, que son personas sin ninguna tradición familiar en los sectores y solo llegan al territorio por estatus o comodidad.

“En los 60 el barrio seguía siendo el Laureles clásico, ya estaba la 70, un lugar donde la gente siempre se fue a divertir. y a mediados de los 80 se empieza a dar la verticalización, en primera instancia los apartamentos fueron ocupados por la misma familia, que con el paso del tiempo se fue yendo de los lugares y así fueron arrendando”, comentó el docente.

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Ante las nuevas dinámicas del barrio, muchos vecinos tradicionales prefirieron vender sus viviendas clásicas o sus negocios que tenían hace más de 20 o 30 años para darle lugar a nuevos edificios grandes o grandes marcas para montar un establecimiento comercial.

Y cómo dijo Aníbal Vallejo, antes de cerrar su café después de 13 años de funcionamiento, “las dinámicas del barrio ya no son las mismas, perdió el concepto de identidad… Esta nueva generación ha cambiado“, finalizó.

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Por: Alexis Carrillo Puerta
alexisc@gente.com.co
Fotos: archivo Gente

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