Diego es un retratista innato

Diego es un retratista innato

Diego es un retratista innato

Este vecino de Envigado también trabajó como reportero gráfico en medios de comunicación.

 

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Cuando Diego conoce una persona no la ve con los mismos ojos. Mientras conversan decide con cuál lente la va a mirar: un 35 ml, un 50, un teleobjetivo o un gran angular. Todo depende de sus rasgos, su sonrisa o su personalidad. De pronto dispara y dispara, y el retratado ni cuenta se da.

En los años 80, a Diego Arango la fotografía le salvó la vida. Fue el único camino que encontró para conocer su barrio, El Trianón, y alejarse de las esquinas y los vicios. “No era una época fácil, la violencia y el narcotráfico permeaban el municipio… Mientras tanto yo hacía fotos de paisajes, animales y personas”.

Todavía conserva las imágenes capturadas con una cámara Minolta que le prestaba su papá. En la clase de Gonzalo Santamaría, del Colegio La Salle, de Envigado, las revelaba, y en ellas dejaba un poquito de su ingenuidad.

Después le regalaron su primera cámara, una Olympus OM-1. No la soltaba ni para ir al baño. “Eso me hacía más raro aún, porque no era usual ver a una persona para arriba y para abajo con un aparato de esos”.

Con la plata de los algos compraba los rollos rebobinados, porque eran más baratos. Aprovechaba al máximo cada uno de los 36 disparos, por eso, dice, las fotografías de esa época eran más pensadas, “si te equivocabas, no había vuelta de hoja”.

Nunca pudo estudiar fotografía, se graduó como publicista y comunicador social, sin embargo, siempre vinculó ese oficio a su profesión y entendió que su arte tenía gran valor. ¡Podía vivir tomando fotos!

Se encaminó por la docencia, hizo una maestría en Comunicación Educativa, y desde hace más de 2 décadas es profesor de la Universidad Medellín. Allá hace las fotografías corporativas y dicta una materia de fotografía básica.

De enseñar le gusta que la gente descubra una manera de expresarse a través de la fotografía, “me encanta que mis estudiantes exploren la ciudad con la cámara, para que con la lente encuentren esos espacios que jamás se han imaginado que existen y a los que ya conocen les den otra mirada”.

Además de investigar sobre ese tema, Diego busca estar activo en fotografía, por eso organiza exposiciones y proyectos que le permiten mostrar su trabajo y acercar a las personas a la imagen.

Su fuerte son los retratos, esa habilidad nació con él. Lo apasiona leer al otro a través de la cámara y que todo fluya de manera muy natural. Mientras retrata conversa y pregunta, las poses y los gestos van llegando.

Ahora la lente de este vecino está enfocada en Medellín en 12 palabras, un proyecto fotográfico que por medio de retratos busca devolverles su verdadero sentido a algunas palabras que en la cultura paisa adquirieron un significado diferente, casi siempre vinculado a la violencia, como la terraza, nombre que adoptó una banda delincuencial, pero a la que Diego le devuelve vida en la casa Doña María Licilia Cuadros de Álvarez.


*Nota publicada en la edición del 08/02/19 de Gente de Envigado.
Por Dafna Vásquez
dafnav@gente.com.co

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Fecha

Octubre 3, 2019

Categoría

Artistas, Envigado, Gente

Tags

comunicador, el trianon, envigado, Fotografía, fotos, profesor, reporter, retratista, universidad de medellin