Sandra regresó a su Origen

Esta vecina de El Poblado (Medellín), que es modelo y publicista, ideó un festival que celebra el bienestar creando consciencia sobre los hábitos de consumo.

Lo que alguna vez fue un complejo y motivo de burla es lo que hoy hace a Sandra Naranjo una mujer exitosa, segura, imponente, despampanante y atractiva. De hecho, sus 1,80 metros de estatura la impulsaron, durante su práctica académica en una agencia de modelaje, a debutar en las cámaras, las pasarelas y la televisión.

“Tenía 24 años cuando me ofrecieron darme algunas clases. En un inicio no quería hacerlo, porque en mi casa era una profesión muy estigmatizada y a mí me parecía algo muy superficial. No quería que la gente me reconociera por ser bonita o alta, sino por lo que hago”.

Sin embargo, lo vio como una entrada extra y se agenció INforma models. A los 2 meses ya estaba viajando a Rusia para hacer unas fotos y, a los 8, luego de graduarse como publicista, se fue para México a estudiar actuación y a trabajar como modelo en comerciales de televisión.

“Al principio mis papás se alarmaron. Les daba miedo de que me pasara algo malo en un país desconocido. Sin embargo, con toda la tranquilidad, les pedí que confiaran en la persona que criaron, una mujer responsable, pero también fanática de vivir experiencias nuevas”.

Después de su paso por ese país, hizo una gira de 7 meses por Asia. “Todo el mundo me decía que estaba loca, que nadie me iba a hablar inglés y mucho menos español, pero justamente eso era lo que quería, relacionarme con una cultura completamente opuesta a la mía para ver las cosas desde otro punto de vista”. Por suerte, asegura, el lenguaje de señas y los gestos son universales, así vivió los mejores días de su vida.

Estuvo lejos de casa durante 4 años y apenas regresó conoció a Natalia Escobar en la producción de una feria de arte. Ambas coincidieron en que querían crear experiencias para la ciudad y comenzaron a generar ideas. “Además, aunque al modelaje le agradezco mucho, sentía que, por mi forma de ser y mis sueños, no podía quedarme únicamente ahí”.

En 2018 Origen Fest pasó de estar dibujado en un papel a estar plasmado en la vida real, pues para ella era importante demostrarle a la gente que se puede habitar el planeta de una manera consciente, responsable y equilibrada sin necesidad de hacer sacrificios o rutinas aburridas.

“Nosotras también cambiamos nuestras dinámicas y todo esto nos hace sentir orgullosas. Sabemos que todavía faltan cosas: más arte, más música, más cultura. Pero para eso estamos trabajando. En abril vamos para un festival de sostenibilidad en México, que es nuestro mayor referente internacional, para hacer alianzas, llegar a otras ciudades del país y lograr que todos regresemos a nuestro origen”.

Por Dafna Vásquez
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