A través de redes sociales este pastor australiano ovejero y esta pastor alemán cuentan sus aventuras.
Todos los viernes a Azuka y Rocco les da por conversar. Ella, la regañona, y él, el inocente, narran a través de su cuenta de Instagram (@azuka_y_rocco) cómo es el día a día de un par de perros que conviven bajo el mismo techo con un gato maldadoso y una pequeña minina que todavía no tiene claro cuál es su especie. Al final, Rocco siempre es la víctima.
Azuka, de 10 años, fue la primera en llegar a la vida de Camila Herrera y Carlos Bedoya. La pastor alemán no había cumplido ni los 2 meses cuando esta pareja decidió llevarsela a casa. “Era la más enclenque de la camada, porque la leche no alcanzaba para ella, por eso, cuando un amigo de Carlos le dijo que escogiera un cachorro como regalo, él se llevó a la flacuchenta”.
Siendo hija única creció sana, mimada y tranquila, hasta que le tocó abrirle espacio a Rocco, un pastor australiano ovejero, comprado por una familia en Bogotá, que cometió el gran error de dárselo a alguien que ni siquiera lo estaba pidiendo.
Durante 3 años el peludo vivió en la capital, pero de un momento a otro su foto comenzó a circular por redes sociales con un aviso de ‘se entrega en adopción’. Unos amigos de Camila y Carlos, que tenían 2 perros de la misma raza, lo trajeron para Medellín, sin embargo, meses después, Rocco estaba buscando nuevamente una familia.
“Sentíamos que era algo así como un doble abandono, aunque cuando lo conocimos, Carlos le decía al oído: ‘Usted va a ser mío’, por eso, al ver el amor que le teníamos, nos lo dieron”.
Los primeros días Azuka no lo dejaba entrar a la habitación. Tuvieron un par de encontrones, hasta que se resignó. “Aunque ya han pasado 2 años y medio y ella se niega a ser cariñosa con él. Apenas Rocco le da picos, ella le muestra el diente. Eso sí, cuando salimos, es pendiente dónde está él, no se le puede perder de vista, es muy protectora“.
Afortunadamente, y como caído cielo, llegó Tokyo, un felino blanco con manchas negras, que se convirtió en el compañero inseparable del pastor australiano, “pero igual sentíamos que faltaba una hermanita y hace 2 meses adoptamos a Kenya, una gatica negra”.
Con la llegada de cada miembro, Camila y Carlos solo recibieron por parte de Azuka gestos de decepción, “para ella ser hija única era fantástico”. Sin embargo, el crecimiento de la manada aumentó las travesuras de los animales y la imaginación de estos 2 humanos que, como diversión, crearon una cuenta de Instagram para relatar anécdotas graciosas, mientras que dotaban a sus mascotas de personalidad.
“Los seguidores comenzaron a crecer de manera orgánica. Las Conversaciones de Viernes (que son casos reales pero con un díalogo que probablemente ellos tendrían si pudieran hablar) se hicieron famosas. Entonces los empezaron a invitar eventos pet friendly y a mandarles regalos, hasta que hace poco Roquito fue modelo de Productos Petys, del Grupo Familia. Cuando lo vimos en los afiches y los calendarios de la marca casi nos morimos. Y sí, seguramente ellos no se dan cuenta de lo que pasa, pero cada cosa que les dan los llena de felicidad”.
Por Dafna Vásquez
dafnav@gente.com.co
Noviembre 19, 2019
Belén, Gente, Vecinos