La historia de El Poblado se cuenta en sus árboles

La historia de El Poblado se cuenta en sus árboles

La historia de El Poblado se cuenta en sus árboles

Recorrimos el centro histórico de la comuna 14 de Medellín (El Poblado) para conocer algunos de los árboles históricos que continúan en pie. Esta es su historia.

Palmas que se erigen hasta el cielo, tan viejas como altas; árboles talados y resembrados; especímenes introducidos de las selvas brasileñas que se convirtieron en iconos de barrios medellinenses. La historia de El Poblado también se narra en savia, hojas y madera.

Así es para Mauricio Jaramillo Vásquez, un ingeniero forestal que durante el ejercicio de su profesión ha coqueteado con el urbanismo y la historia, por lo que conoce el desarrollo de Medellín y la comuna 14 contada en los árboles que llegaron y se convirtieron en referentes para el barrio.

Con él recorrimos lo que podríamos llamar el centro histórico de El Poblado (es decir, el parque, las calles 10 y 10A hasta Vizcaya para tomar hacia la izquierda y cruzar por Provenza hasta La Presidenta), conociendo algunos de esos individuos arbóreos que cuentan las migraciones, usos del suelo y esfuerzos de la ciudad por consolidar un territorio.

El recorrido comenzó a las 8:20 a. m. de un sábado frío en una cafetería contigua a la parroquia de San José, de El Poblado. Allí estaba él, junto con Óscar Zapata Hincapié, un joven historiador de la Universidad Nacional que se ha especializado en la historia ambiental de Medellín.

Lea también: Tras fallo de la Corte, piden más cultura en los parques

Jaramillo se remontó a ese 2 de marzo de 1616, cuando fue fundado San Lorenzo de Aburrá, uno de los 8 resguardos indígenas que se crearon en aquella época y el único del Valle de Aburrá. En este fueron agrupados cerca de 80 aburráes, ebéjicos, peques, noriscos y yamesíes.

Es por esto que Jaramillo lo calificó como “el parque más importante de Medellín y del Valle de Aburrá” y “el eje de nuestra historia”. “Yo le doy mucha importancia porque aquí se institucionalizó el inicio de los procesos urbanos en Medellín y, por ende, del Área Metropolitana”, agregó.

Con el paso de los años construyeron una capilla a 2 aguas con paredes de tapia, la cual se convertiría en la antesala de la parroquia junto a la que empezó nuestro recorrido.

Ambos hechos resaltados por el ingeniero se constituyeron en la antesala de la erección, en noviembre de 1675, de la Villa de Nuestra Señora de la Candelaria de Medellín.

Le sugerimos: ¿Quién pintó estos murales en el puente de La Aguacatala?

Con esta naciente plaza llegaron unos árboles, que fueron cambiando conforme se transformaron las tendencias en arquitectura. Así empezó nuestro viaje.

Por Álex Esteban Martínez Henao
Gente@gente.com.co

(Visited 433 times, 1 visits today)