Hace falta la Plaza de Mercado de Envigado

Hace falta la Plaza de Mercado de Envigado

Un año después de la reubicación de los comercios de la Plaza de Mercado de Envigado, sus propietarios nos cuentan cómo les ha ido durante este periodo.

Legumbrería en la antigua Plaza de Mercado de Envigado. Foto: Archivo.

Hace poco se cumplió un año desde que los comerciantes dejaron los locales en los que han trabajado durante décadas para dar paso a la remodelación total de la Plaza de Mercado de Envigado, un proyecto que cuenta con una inversión superior a los 16000 millones de pesos y que promete mejorar las condiciones laborales de los venteros y de acceso de los compradores.

Recientemente, la Alcaldía compartió a través de sus canales oficiales un video en el que da cuenta del progreso de la obra. Se habla de un avance del 54% y en las reuniones sostenidas entre los propietarios de los negocios y la administración municipal se ha hablado de que podría estar terminada y lista para su uso en junio de este año.

Sin dudas, el trabajo de obras públicas ha sido sobresaliente, pese a los retrasos que el clima ha sabido provocar, pero tan importante como la obra es la situación que atraviesan las familias que tradicionalmente han trabajado en la plaza durante generaciones.

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¿Cómo están haciendo?

Darío Chaverra es el dueño de la Legumbrería Chaverra. Su negocio empezó hace 4 generaciones con su abuelo, luego fue heredado por su padre, quien sostuvo 9 hijos gracias a él, hace 44 años es suyo y a día de hoy empieza a dejarlo en manos de sus hijos.

Para Darío trabajar por fuera de la plaza ha sido muy difícil pues, cada día eran visitados por muchísimas personas. A la plaza iban personas a comprar una bolsa de tierra, por ejemplo, y al ver la legumbre bonita se acercaban a su negocia y mercaban, algo que no sucede en su nueva ubicación junto a la Cámara de Comercio Aburrá Sur.

“Es muy duro porque aquí en el negocio teníamos seis trabajadores y ahora sólo somos tres. Acá me estoy sosteniendo, los ahorros que logré recoger durante el tiempo que estuve en la plaza me los estoy gastando en mi casa y la universidad de mis hijos, porque el negocio no da para mas”, afirma Chaverra, quien explica que sus ventas se han reducido en un 50% porque las personas prefieren ir a un lugar donde encuentren cerca todo lo que necesitan.

Entre gastos diarios e incrementos en el valor de los servicios públicos y el alquiler del local, se han ido desgastando muchos negocios como el de Darío. Si bien la alcaldía ha tenido muy presentes a los comerciantes y les ha informado mes a mes acerca de los avances del proyecto, según Darío el acompañamiento en términos de sostenibilidad del negocio fue nulo, “nunca se nos trató de reubicar, no se nos ayudó a encontrar un local, ni se nos brindó un apoyo económico”.

Pese a esto, el propietario de la legumbrería Chaverra, reconoce que el municipio está cumpliendo con la obra y se muestra optimista frente a la promesa de regresar pronto a la plaza. “Ya hemos tenido 3 reuniones, cada mes nos estamos reuniendo para ver cómo van las cosas. Estamos muy contentos porque pronto vamos a regresar… si el señor nos presta la vida”.

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Una situación similar es la que atraviesa otro de los comerciantes de la plaza que prefirió conservar su anonimato. Para esta fuente “es muy triste, hermano, porque cuando se supo lo que iba a pasar con la plaza los arriendos de locales en el sector se dispararon. Tocó coger este en un precio muy alto por el afán de salir de allá y la necesidad de quedar centrales para no perder mucha clientela”.

Según este comerciante, en el lugar donde su negocio opera actualmente paga aproximadamente 10 veces la cifra que pagaba en la plaza. Además, la factura de servicios públicos es 220.000 pesos más cara fuera de la plaza de mercado.

Para esta persona, su única razón de mantenerse es conservar la clientela y el temor de quebrar como le sucedió a otros compañeros de la plaza. “Es muy triste lo que pasó con algunos compañeros, en este momento hay varios pasando por esta situación… Yo creo que yo me enloquecería, después de trabajar toda la vida y verse en la casa rascándose la cabeza… es muy duro”.

Pese a la disminución en las ventas y el alto valor que pagan por servicios y alquiler en sus puestos provisionales los comerciantes se mantienen firmes y optimistas frente a la promesa de regresar a la Plaza que entre mayo y junio de este año”.

Por: Alejandro Puerta Calle
alejandropc@gente.com.co

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