Esta familia de Envigado le lleva el mercado a sus vecinos hasta la casa
Muchos de ustedes nos han expresado que esta cuarentena por el coronavirus ha sido una oportunidad para conocer a sus vecinos. Les quiero presentar a los míos. Una familia que trae a la urbanización Tierra del Sol, en la Loma del Esmeraldal (Envigado), frutas y verduras de la Central Mayorista para que todos los residentes nos quedemos en casa.
Por estos días solo salgo del apartamento por necesidad. Como estoy trabajando desde casa y no tengo a mi perro para pasearlo, mis salidas se limitan a recibir los domicilios en la portería (que la verdad, son pocos).
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Sin embargo, en una de esas me topé con una hoja que tenía un listado de productos y en el cabezote decía: ¨Tenemos frutas y verduras para ti con toda la frescura, calidad y buenos precios de la Central Mayorista. Son tiempos difíciles, pero juntos saldremos adelante¨.
No es mucho lo que conozco de mis vecinos. Así que llamé al número que aparecía y me contestó Alexandra Ramírez. No me adelantó mucho por teléfono, pero me dijo que conversara con su esposo.
Encontrarlo despierto fue todo un rollo. Leonardo Ríos trabaja desde las 2:00 a. m. y llega al Esmeraldal a las 6:00 p. m., generalmente, a dormir.
Después de varios intentos tuve un golpe de suerte. Ahí me estaba esperando sentado en la sala de su casa, en pantaloneta y camiseta, un hombre alto y fornido, tímido, pero amable.
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¨Nosotros somos manizalitas, llegamos a Envigado hace 7 años en búsqueda de nuevos aires¨, dice Leonardo para romper el silencio.
Pero su conexión con Antioquia existe desde hace mucho tiempo. Él antes producía y traía víveres desde Caldas para surtir pequeños negocios y grandes superfícies.
Aunque de profesión es contador, este vecino fue el único de sus hermanos que le siguió los pasos a su papá y eligió el área comercial. ¨Vengo de una familia campesina y la tierra siempre nos dio de comer¨.
El Fruver El Cosechero, acá en el municipio, era de él. Se quebró y se quedó con una bodega en la Central Mayorista, siendo proveedor de varios supermercados: ¨La plaza te forma y el conocimiento te lo da la experiencia¨.
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Su esposa y sus hijas, Manuela y Alejandra, también están familiarizadas con el mundo de las frutas y las verduras, ¨mejor dicho son de las que saben distinguir el perejil liso del cilantro¨.
Con ellas fue que surgió la idea de vender productos en la unidad durante la cuarentena por el coronavirus. Su objetivo no es económico, dicen, sino más bien un acto solidario.
¨A mi papá siempre se le ocurren ideas locas, entonces nos propuso que vendiéramos mercados acá para que los vecinos tuvieran todo al alcance, no salieran de sus apartamentos y los precios fueran justos¨, asegura Manuela, mientras el hombre responde al teléfono.
Asimismo, cuenta que una tarde se sentaron juntos en el comedor e hicieron el listado de productos. ¨Queremos cubrir las necesidades de la gente de la unidad, no voy a decir que es gratis, pero no es algo pensado en enriquecernos, de hecho yo no tengo ni produzco todo, pero sí lo consigo¨, interrumpe Leonardo.
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Alexandra es la que toma pedidos y reparte los mercados a cada apartamento. ¨Incluso hay 2 o 3 vecinos a los que les compramos cosas que no están en la lista, porque son personas mayores o cuidan a un familiar enfermo¨.
En Tierra del Sol ya todos la conocen. ¨Llevamos 2 años viviendo acá y no sabíamos quién era quién. Esta ha sido una oportunidad para conocer a mis vecinos, que más de una vez han preguntado que si podemos seguir trayéndoles las frutas, incluso, cuando se acabe el confinamiento… Esa es la idea¨.
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Por Dafna Vásquez
dafnav@gente.com.co