María José conquistó a toda una generación en el colegio La Inmaculada

María José conquistó a toda una generación en el colegio La Inmaculada

El rol del personero estudiantil es tal vez el cargo máximo que un alumno puede llegar a ocupar en una institución educativa, por ello, es habitual encontrarse con propuestas inviables como las de construir una piscina, lograr que los docentes asignen menos tareas y hasta aumentar los días de vacaciones con tal de conseguir más votos, no obstante, para María José Ríos Hurtado, este papel ha sido un compromiso de liderazgo y democracia.

Foto Jaime Pérez.

Foto Jaime Pérez.

Los pasillos del Colegio de La Inmaculada, ubicado en la carrera 76 N 12 – 57, barrio San Bernardo, han sido testigos del crecimiento de esta joven, un proceso caracterizado por aciertos, tropiezos y grandes aprendizajes desde su llegada en preescolar. Gracias a su familia María José se ha apropiado del espacio involucrándose en actividades como concursos, actos cívicos y demás eventos propios de la dinámica académica.

Aún recuerda cuando en una celebración del Día del Idioma se disfrazó de Gabriel García Márquez personificándolo con bigote y patillas. El pegamento que usó fue tan efectivo que luego no quiso quitarle del rostro, una anécdota que hoy recuerda entre risas porque incluso su profesora tuvo que llamar a su casa para informar que no era posible “sacarla del personaje”.

Desde pequeña le gustaba lanzarse como representante de grupo para servir de puente entre la comunidad estudiantil y el cuerpo docente, un estandarte que durante este año 2022 la llevó a convertirse en la personera de la institución.

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“Siempre había tenido el sueño de lanzarme a la personería y aunque me daba susto dar ese salto tan grande de dirigirme a todo el colegio, nunca dudé en postularme”, afirma.

Gracias a la confianza que esta vecina de la Loma de los Bernal había cultivado año tras año entre sus compañeros, logró ganar la contienda y llevar a cabo un plan de trabajo en donde no solo acogió las mejores propuestas de las demás alianzas postuladas sino que además integró a la comunidad en una estructura dividida por comités para designar varias tareas.

Pese a que su materia favorita es matemáticas y tiene la intención de estudiar ingeniería biomédica o alguna otra carrera relacionada con los números, María José expresa que su gran pasión es el baile, por eso nunca faltaron las rutinas y coreografías exhibidas en diversos eventos culturales del colegio.

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Cuando no está bailando suele ver series en Netflix, escuchar música, leer novelas históricas relacionadas con la realeza y pensar nuevas estrategias para hacer del colegio un lugar mejor, pues aunque hace poco se graduó, su legado de anteponer sus habilidades al servicio de los demás como un acto de amor y solidaridad sigue vigente.

Por Michelle Acevedo Vélez
michellea@gente.com.co

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