De salto en salto, así entrenan las vecinas del Club de Rebote
Con las botas bien puestas Natasha Jaramillo fundó un grupo para desafiar el entrenamiento convencional de una forma divertida.
A esta vecina de Laureles le sucede lo mismo que a varias personas, no le gusta entrenar en un gimnasio sino que prefiere alternativas diferentes. Aunque toda su vida practicó natación, cuando tuvo a sus dos hijas no volvió a hacer deporte.
En el 2019 realizó un viaje a Chile y tuvo la oportunidad de estar en una clase del ejercicio de rebote, caracterizado por caminar, correr, bailar o trotar sobre unas plataformas en ambos pies que actúan como colchones que absorben el rebote de las articulaciones.
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“Me enamoré de las botas, yo ya había visto la disciplina a través de algunas cuentas que seguía en Instagram pero no hallaba cómo practicarlo en Colombia”, menciona Natasha.
Este entrenamiento nació como un calzado para rehabilitar a pacientes con problemas de rodilla y de columna y posteriormente lo sumaron como método del fitness.
Tiempo después esta vecina trató de adquirir una franquicia de las botas de una reconocida marca pionera en el deporte, a través de un proveedor de Bogotá, pero todo resultó en un fraude que le produjo mucho estrés por haber perdido esa inversión.
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No obstante, con sus propias botas Natasha seguía entrenando virtualmente en casa hasta que contactó a una pareja en Cartagena que importaba el calzado y pudo obtener los insumos para establecer un espacio de entrenamiento certificado.
De este modo nació Kangoo Club Medellín, una comunidad deportiva con clases grupales e individuales que como canguros se congrega alrededor de los saltos, la música y la diversión.
Beneficios del ejercicio de rebote
- Protección de las articulaciones y reducción del desgaste
- Fortalecimiento de la columna y de los discos intervertebrales
- Prevención de lesiones y fortalecimiento de ligamentos
- Corrección de la postura corporal y mejoramiento del equilibrio
- Quema de calorías y rápida pérdida de grasa
- Tonificación muscular en general
- Aumento de la elasticidad
- Disminución del estrés y liberación de endorfinas
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“Desde el ámbito emocional el rebote es muy entretenido, hay personas que se montan en las botas y se sienten como niños saltando, es como volver a la infancia y replicar esa felicidad“, asegura Natasha.
Todas las clases tienen rutinas diferentes y duran de 45 a 60 minutos. Tanto Natasha como Luisa Fernanda Martinez, quien desde diciembre se desempeña como profesora, son las encargadas de dictar las clases y orientar a los grupos para alcanzar su máximo potencial.
El grupo, en su mayoría mujeres, hace el calentamiento con las botas puestas y luego de esa activación procede a realizar movimientos básicos del programa Kangoo Power, compuesto por ejercicios de mediana y alta intensidad que permiten ganar resistencia y fuerza.
Existen cinco tipos de programas: Kangoo Dance, Kangoo Bootcamp,Kangoo Kick and Punch y Kangoo Discovery, cada uno de ellos dirigido a objetivos y públicos diversos.
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Hay dos puntos fijos para las clases grupales que son: el Segundo Parque de Laureles, los martes y jueves a las 6:00 p.m., y Ciudad del Río, los miércoles a las 6:00 p.m. y los sábados a las 10:00 a.m.
Los otros días dictan clases personalizadas y poco a poco se han convertido en una comunidad o mejor familia, como su líder las define, pues esta práctica deportiva ha forjado grandes amistades en Laureles y El Poblado de modo que ahora realizan eventos para saltar, se reúnen a compartir por fuera de las clases y continúan sumando participantes a este espacio.
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Para quienes se interesen en participar en alguna clase y vivir la experiencia pueden comunicarse al 314 692 0111 y reservar unas botas pues según Natasha, la idea es que todos conozcan nuevas formas de ejercitarse y lo disfruten.
Por: Michelle Acevedo Vélez
michellea@gente.com.co