Conozca a Juan Bautista, el guardián del Museo El Castillo

El guardián del Museo El Castillo, de Medellín

Conozca a Juan Bautista, el guardián del Museo El Castillo

Cada noche, los ecos de la soledad rebotan en las paredes del Museo El Castillo, hoy a puerta cerrada por la cuarentena. Pasos lentos, solo de una persona, privilegiada de ser el único visitante que puede rondar por estos pasillos en épocas de covid-19. Se trata de Juan Bautista Loaiza, el guardián de este misterioso, pero encantador lugar de Medellín.

Foto: Carlos Velásquez 

Ya son 25 años los que lleva Juan Bautista en el museo, tiempo suficiente para que ningún rincón de El Castillo le falte por conocer a este hombre de 56 años de edad. “Gracias a mi trabajo he sostenido a mi familia por todos estos años. Es que le digo algo… quien viene al museo no se quiere ir nunca, es por eso que este lugar no está embrujado, está encantado”, expresa Juan.

Comenzó como jardinero, después como vigilante, y ahora es considerado como el guardián del Museo El Castillo. En ocasiones, la noche y la soledad son su compañía en sus turnos laborales. “Cuando trabajo en esos horarios comienzo a dar vueltas por todo el lugar, diariamente cambio de ruta y recorro estos sitios tan hermosos”.

Pero… ¿no le dará miedo andar solo por una edificación tan imponente? “Un espanto no le va a salir a otro (risas). Siento mucha paz, soy creyente y siempre me siento protegido por seres especiales”. Y dicha tranquilidad lo premia con un espacio en particular. “Cuando quiero descansar unos minutos me subo a la terraza. Allí respiro aire fresco, no hay ruido y veo una panorámica de El Poblado y parte de la ciudad que me tranquiliza mucho”, agrega el guardián.

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Y fue en el museo donde celebró los 15 años de su hija Laura Carolina, hoy ya con 31 del alma. “Recuerdo ese momento porque vi a mi hija feliz en un lugar tan bonito como este. Son recuerdos infinitos de tanta gente que ha pasado por acá que me da mucho orgullo ser testigo de esos momentos”.

Y es así como la nostalgia lo embarga por la soledad que vive estos días el museo, acostumbrado a recibir masivas visitas diariamente. “Se siente extraño, raro. Solo espero que pronto volvamos a la normalidad para que El Castillo recobre su vida”. Juan Bautista fue reconocido hace poco por el museo por su trayectoria y fidelidad a este lugar, en el que este personaje espera jubilarse. “Eso creo (risas). Terminar acá mi vida laboral sería lo ideal… yo vivo feliz en mi castillo”.

Y con esa misma felicidad, Juan Bautista se adentra de nuevo en este lugar, del que nunca se cansará de contemplar su historia y magia cultural.

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Por Daniel González Jaramillo
danielgj@gente.com.co

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