Investigadores de Eafit desarrollan ladrillos que descontaminan el aire
La iniciativa avalada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación cuyo propósito es ayudar a limpiar ciudades tuvo su origen en la Universidad Eafit, liderada por un grupo de docentes y estudiantes.
Tras 10 años de estudio, miembros del Semillero de Investigación en Materiales de Eafit, en conjunto con investigadores de la UdeA, lograron elaborar un material para recubrir ladrillos que al estar en contacto con el aire y la luz solar transforma gases contaminantes en sustancias lavables.
Claudia Palacio Espinosa, doctora en materiales y científica de la Escuela de Ciencias Aplicadas e Ingeniería de Eafit, tuvo la idea para este desarrollo luego de ver un programa del canal NatGeo acerca de las acciones que los humanos podemos ejecutar para contribuirle al medio ambiente.
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Aunque esta vecina de El Poblado no se dedicó toda la vida a la ciencia, aún recuerda que de pequeña le iba muy bien en temas científicos. Realizó su pregrado en ingeniería metalúrgica y se vinculó rápidamente a la industria del petróleo.
Grupo de investigadores que desarrolló unos ladrillos que descontaminan el aire.
Trabajó como consultora en diferentes empresas y aunque por mucho tiempo lo disfrutó, en un punto de su vida tuvo que decidir entre formar una familia o continuar con su labor, “para mí iba a ser difícil llegar a estar embarazada teniendo un trabajo en una central y visitando el cuarto de máquinas, por el riesgo que implica en ese estado”, menciona Palacio.
Ante la disyuntiva optó por cambiar de oficio y luego de realizar una especialización en Eafit y una maestría en Francia, se encaminó al mundo de la academia en el año 2007.
Con sus alumnos de ingeniería física se interesó en el fenómeno de fotocatálisis hetereogénea y partiendo de este concepto fueron agregando sus propios aportes. En el 2012 plantearon un proyecto de investigación titulado exploración de materiales fotocatálicos para la descontaminación del aire.
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A medida que crecía esta innovación entraron a participar alumnos de trabajo de grado y recientemente de la maestría en física aplicada de Eafit. Juntos pensaron en la forma de estructurar el recubrimiento de este material de modo que las partículas de óxido de titanio, TiO2, fuesen las protagonistas del proceso, pues al ser un pigmento blanco utilizado principalmente como colorante, es una de las materias primas para pinturas y revestimientos.
Del mismo modo, este compuesto inorgánico se puede añadir a cementos, ventanas y tejas para descomponer los contaminantes medioambientales.
¿Cómo funciona la invención?
El material es aplicable en todo tipo de superficies, especialmente en concreto y ladrillo. Funciona removiendo contaminantes gaseosos y convirtiéndolos en sustancias no contaminantes como gases inocuos o material sólido que se deposita sobre la fachada de la edificación y cuando llueve se lava al ser sustancias solubles en agua.
Estas características hacen que no se degrade y permiten mantener superficies activas para que estén todo el tiempo removiendo gases de la atmósfera.
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Grupo de investigadores que desarrolló unos ladrillos que descontaminan el aire.
¿Podría mejorar la calidad del aire de Medellín?
Los episodios de mala calidad del aire de la ciudad se dan por material particulado y este tiene diferentes orígenes como los desprendimientos del material de rodadura, por ejemplo, cuando las llantas de los vehículos pasan sobre la calle, las emisiones de las chimeneas de las industrias y la quema de combustible fósil de la gasolina y del gas vehicular que genera emisiones.
Sin embargo, la científica de Eafit explica que el material para recubrir remueve contaminantes gaseosos, mismos que funcionan como promotores de material particulado. Esta innovación ataca la presencia de estos gases y resuelve buena parte del problema al actuar durante el día y descontaminar en tiempo real la atmósfera.
Actualmente, el proyecto está en su etapa más madura y lo que sigue es calcular el costo beneficio para evaluar una viabilidad de implementación. Desde la parte científica este grupo sueña con ver su desarrollo funcionando en las construcciones para poder medir cuánto pueden limpiar el aire en volumen con las edificaciones existentes.
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Por Michelle Acevedo Vélez
michellea@gente.com.co