
Cristian eligió ser influencer y papá
Convertirse en padre con menos de 30 años ha sido un sueño cumplido para este vecino, quien relata los altibajos del proceso de crianza de sus hijos y los aprendizajes que esto le ha traído.
El instante en que Cristian Agudelo Largo ingresó a la habitación donde acababa de nacer su primer hijo está marcado por el sonido del llanto, ese llanto del bebé que para él significó una victoria, un alivio tremendo.
Algo semejante sucedió cuando acudió al parto de su segundo hijo, pues aunque ya sabía cómo era la dinámica de la situación los nervios nunca abandonan a un padre que espera con tanta ilusión a sus hijos.
Ese es el caso de este vecino, a quien muchas personas a su alrededor le advirtieron que su relación con Tatiana Uribe iba muy rápido. “Aunque nos conocíamos desde los 10 años dejamos de tener contacto por una década y cuando retomamos la amistad a los 20 días nos volvimos novios, dos meses después nos comprometimos y a los 8 meses nos casamos”, cuenta Cristian.
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Tan solo un mes después de la boda comenzaron a tocar el tema de los hijos y a la edad de 24 años este creador de contenido digital se estrenó como padre. Para algunos, la decisión de traer una vida al mundo no es una idea primordial entre los millennials, sin embargo, Tatiana y Cristian cada día ratifican la satisfacción de construir juntos su familia.
Valentino nació en 2018 y Luca en 2020, previo a esto tanto Cristian como Tatiana comenzaron a estudiar sobre disciplina positiva y lactancia, adoptando el primero como método de crianza. “A mí me criaron de modo tradicional, con castigos y correas, así que el ejercicio fue cambiar el chip y estudiar, nos metimos a cursos, talleres, todo tipo de clases para estar preparados”, explica Agudelo.
De hecho, estaban tan preparados que según Cristian “no fuimos tan influenciables por otras personas, pues esto es lo que pasa cuando uno es papá primerizo, que todo el mundo quiere opinar sobre cómo criar al niño y todos dicen cosas diferentes lo cual termina siendo confuso y puede significar cometer errores”.
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Hijos de influenciadores
Cristian y Tatiana son considerados influenciadores, pues tan solo en una plataforma como Instagram él cuenta con casi 27.000 seguidores y por su parte Tatiana acumula 191.700. Por ese motivo se comportan como nómadas digitales, un desafío para criar a sus hijos quienes reciben clases en línea.
“Aunque les ponemos límites sobre su uso de la tecnología también somos flexibles en ciertos aspectos”, relata Cristian, quien no para de sorprenderse con la destreza de su hijo mayor para tomar fotos y grabar videos, el resultado de tener unos padres influenciadores.
Pese a llevarse poco tiempo sus hijos son dos polos opuestos y conservan una serie de particularidades que enriquecen el día a día. Son niños empáticos, una cualidad heredada de Cristian quien también reconoce que a veces pelean entre ellos como buenos hermanos.

Familia Agudelo Uribe. Foto cortesía.
Para Cristian ese compartir permanente con su familia ha hecho la experiencia de ser padre un viaje con una carga emocional fuerte. De sus hijos ha aprendido a vivir el momento, una filosofía de vida donde es alumno y maestro a la vez.
Por: Michelle Acevedo Vélez
michellea@gente.com.co