
¿Se está acabando el comercio en la avenida 33?
Un desolador panorama es el que se avista por estos días en la avenida 33, en el occidente de Medellín. Son muchos los establecimientos comerciales que no resistieron la disminución de ingresos a causa de la pandemia y tuvieron que cerrar definitivamente.
Muchos son los letreros de “se arrienda” o “se vende” que están pegados en las rejas de los locales, que años atrás eran visitados por cientos de personas para tener un momento de esparcimiento con amigos o disfrutar de una buena comida.
Tabernas, lugares de comidas rápidas, licoreras, papelerías y hasta oficinas de abogados le dijeron adiós a este sector limítrofe entre Laureles y Belén que los acogió, en algunos casos, hasta por más de 10 años.
Es el caso de Ricardo Valencia, expropietario de un bar ubicado en la avenida 33 con la carrera 77, quien aseguró que no resistió el cierre de su establecimiento por más de 6 meses y decidió entregar el local.
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“No era viable continuar con el negocio porque ya no generaba los mismos ingresos de otros años, aunque era un establecimiento pequeño no alcanzaba ni para pagar el arriendo. Veníamos con dificultades en el sector porque no había tanta frecuencia de público, pero la estocada final la dio la pandemia”, comentó el vecino.
Por ahora no dio ningún detalle si reabrirá en otro lugar de la ciudad o se dedicará a otra actividad económica. Sus palabras finales fueron “es un sector que ya no es como antes”.
Gente trató de comunicarse con la asociación de comerciantes de la avenida 33. Sin embargo, esto no fue posible porque desde hace 2 años que este grupo de comerciantes se desintegró y la asociación ya no opera. Por esta razón es que los pocos comerciantes que continuaron se unieron a Aso 70, la agremiación de comerciantes de la avenida 70 en Laureles.
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Betty Olaya, directora ejecutiva de esta asociación, explicó que “es una situación compleja que viven estos comerciantes porque de los 50 establecimientos que estaban legalmente consolidados no quedan ni la mitad porque cerraron definitivamente. Nosotros estamos trabajando con algunos de ellos que se unieron a Aso 70″.
Desde la Secretaría de Desarrollo Económico de Medellín, explicaron que tuvieron varios alivios para los comerciantes y así poder mantener sus negocios.
“Establecimos el aplazamiento del impuesto predial durante el primer semestre del año, el pago anualizado tuvo un descuento del 3 % al 5 % y se amplió la fecha límite de pago sin recargo para el cuarto trimestre del año”.
Este golpe económico también lo han sentido quienes tienen carros de comidas rápidas y hasta los venteros que tienen sus chazas para vender dulces y cigarrillos.
Según Evelio Alzate, vendedor en el sector, “lo que antes eran ventas hasta las 3:00 a.m. se convirtió en calles vacías, donde solo se escucha el paso de carros a partir de las 11:00 p.m.”
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Por Alexis Carrillo Puerta
alexisc@gente.com.co