Comerciantes de la 70 piden ayuda para el pago de sus arriendos
Angustia, incertidumbre y preocupación es el panorama que describen los comerciantes de la carrera 70 (Medellín), especialmente quienes tienen establecimientos comerciales nocturnos, y que ajustan 2 meses sin poder abrir. Aseguran que los arriendos de estos lugares son muy altos y que no tienen como pagarlos sino pueden reabrir o les ofrecen alternativas para su actividad comercial.
Desde el pasado 16 marzo cerca de 50 establecimientos de la carrera 70 cerraron sus puertas al público por la situación sanitaria que generó el coronavirus. En este momento los dueños y empleados buscan alternativas para conseguir los permisos de reapertura con cambios en su actividad y reglamentación.
Según Betty Olaya, directora ejecutiva de Aso70 (Agremiación de comerciantes de este sector de Laureles), la situación es muy preocupante porque han sido 2 meses donde no se ha producido nada. Se habla de que estos establecimientos puedan abrir en agosto, pero con normas diferentes como la reducción del horario y un aforo determinado por las medidas del lugar, con el fin de respetar el aislamiento social.
Por esta razón Olaya hace un llamado a la administración municipal “para que se estudie la situación casi que de quiebra de los comerciantes. Fuimos los primeros en cerrar y los últimos en abrir, tenemos que buscar alternativas para desarrollar nuestra actividad con todas las medidas de bioseguridad”.
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Para la directora es difícil cumplir con lo que exige el ministro del trabajo porque “él dice que no se terminen los contratos, sino llegar a acuerdos o suspensiones temporales, pero en este momento los comerciantes no tienen oxígeno económico para seguir pagando indemnizaciones o prestaciones. La realidad es que hay despidos de empleados, cierre definitivos de negocios y son muchas las personas afectadas”.
Son cerca de 10.000 personas afectadas que dependen directamente del salario de esta actividad económica. “No solo se afecta el dueño, empleado o trabajador, sino cada una de las familias que dependen de su salario”, explicó Olaya.
Una de las mayores preocupaciones radica en que los comerciantes tienen que pagar su arriendo normalmente y como no están trabajando, no tienen de dónde sacar el dinero.
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Es el caso de Wilson de Jesús Moreno, vecino que tiene un establecimiento comercial en la carrera 70 hace 17 años, argumentó que “tengo que pagar un arriendo de 7 millones de pesos y no sé como porque no hay ingresos. Aunque los arrendatarios nos dicen que vayamos abonando, nosotros pedimos que nos hagan una reducción”.
Así mismo, el comerciante manifestó que “las pérdidas en estos 2 meses son cercanas a los 140 millones de pesos, tenía 10 trabajadores los fines de semana y a todos tuvimos que terminarles el contrato hasta que volvamos a funcionar porque no hay dinero para pagarles”.
Los comerciantes piden que se estudie la posibilidad de crear la apertura gradual de los negocios, cumpliendo con parámetros de protección y limpieza, con el fin de evitar contagios.
“Algunos productos se están dañando ahí guardados, algunos comerciantes estamos vendiendo licores a domicilio para que no se pierdan. Sin embargo queremos una apertura de los negocios cumpliendo con los protocolos de seguridad, demarcaciones para conservar la distancia, separar las mesas, zonas de desinfección y un aforo más pequeño”, comentó este vecino.
De igual forma, los comerciantes piden que se aplace el pago de impuestos como el registro mercantil, el cual en muchos casos se vence en junio, mientras esperan decisiones del Gobierno Nacional ante el futuro de esta actividad comercial.
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Por: Alexis Carrillo Puerta
alexisc@gente.com.co