
En Envigado hay un club de lectura para la tercera edad
Cada semana este grupo de vecinos se reúne en el centro gerontológico AtardeSer, de Envigado, para disfrutar la magia de la literatura.
Las tardes de los viernes están reservadas para perderse entre letras y buenas historias. A las 4:00 p. m., en un salón del Centro Gerontológico AtardeSer, se reúne un grupo que goza con la lectura, la escritura y la conversación.
Fabiola Callejas es la voluntaria que coordina el club de lectura AtardeSer y cuenta que la idea de conformarlo surgió hace 8 años, cuando participaba de clases de actividad física en el centro del adulto mayor y observó que hacía falta un espacio de reunión alrededor de la literatura. Ofelia Ruiz atendió su idea y cuando ella se fue a vivir a Rionegro, Fabiola asumió el liderazgo.
Cada encuentro comienza con la lectura en voz alta de una reflexión o con unas palabras que algún integrante quiera compartir al grupo. Después de una conversación, siguen con la lectura del libro del momento, en el cual avanzan por capítulos y con espacio para las anécdotas que surgen entre páginas o incluso para conversar sobre el significado de los términos que desconocen.
Teresa Rojas se unió al club el año pasado, pero su amor por la literatura viene desde sus días de colegio, cuando tuvo el gusto de descubrir en la Biblioteca José Félix de Restrepo los textos de Lope de Vega y Pedro Calderón de la Barca.
“Yo leía mucho, últimamente no tanto y por eso me afilié al club, para escuchar”, cuenta, y explica que últimamente le pesan los ojos al leer por eso disfruta las lecturas en las voces de sus compañeros y de compartir con ellos libros como Envigado, entre la montaña y el río, sobre la historia del municipio.
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Uno de los últimos títulos que abordaron fue Mientras llueve, de Fernando Soto Aparicio. Para Cecilia Taborda, esta “es una historia que nunca pasará de moda”. Ella, además de leer escribe poemas y cuentos, y dice que el club le da confianza: “Uno muchas veces se tambalea solo… el grupo es una plataforma que nos da seguridad“.
Aura Echverry es otra de las integrantes que también se aventura a escribir, de hecho, sus libros han sido material de lectura en el club. Ella no duda en decir que asiste cada viernes porque quiere mucho a sus compañeros. “Vengo aquí y soy feliz porque me encanta leer y escribir: esa es la vida mía”, comenta.
Este taller no es acartonado, como apunta su coordinadora, y señala que en ocasiones también cantan y actúan.
Varios de sus miembros recuerdan con gracia la representación que hicieron del musical español El hijo de nadie, en el Día del Idioma, y aquella vez que se pusieron bigote y sombrero para un evento en el que leyeron textos alusivos al Día del Padre. También organizan salidas mensuales y tienen una cartelera en el centro gerontológico, donde publican información de actualidad, escritos y reflexiones.
“Todo ese tipo de cosas a nosotros nos entretienen, nos desestresan, nos sirven de terapia y lo más lindo es que formamos un equipo donde hay mucha camaradería”, expresa Fabiola.
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Por Jessica Serna Sierra
jessicas@gente.com.co