Mangakas, el club de cómic japonés del Parque Biblioteca de Belén

Mangakas, el club de cómic japonés del Parque Biblioteca de Belén

Mangakas, el club de cómic japonés del Parque Biblioteca de Belén

El gusto por las historietas y la cultura japonesa es el motor que empuja la creatividad de los integrantes de este semillero.

Más que un club, Mangakas se ha convertido en una hermandad y en la oportunidad de mostrar, sin temor al qué dirán, el amor por el maga, el cómic japonés.

Con el Parque Biblioteca de Belén (Medellín) como gestor de esta iniciativa, jóvenes a partir de los 14 años interesados en el arte oriental se reúnen los 3 primeros sábados del mes para trabajar en esos proyectos que, gracias a 6 años de esfuerzo, se destacan por su calidad conceptual y estética.

Personajes con ojos muy grandes y brillantes, dibujados a blanco y negro, con locaciones sacadas de la realidad de Medellín y una narrativa basada en la ficción, son el eje de trabajo de unas 15 personas que ven en el arte un camino para expresar sus emociones.

“Hay algo curioso y es que se ven unas características que nos identifican a las personas a quienes nos atrae esta temática, por lo general somos muy introvertidos. Pero a uno le toca cambiar la mentalidad, pasamos de no querer mostrar lo que dibujamos a ser extrovertidos. El público que viene al club y a los talleres tiene algo de eso. Yo quise cambiarles esa mentalidad, para que no pasaran por lo que pasé yo. Para mí esa es la parte importante del taller. Aparte se crea industria. En Colombia no es muy fuerte, pero ha crecido bastante. Con estos talleres los pelaos van comprendiendo cómo se cuentan las historias y están haciendo las suyas, que les van a servir más adelante para sacar sus propios proyectos haciendo lo que les gusta”, dijo Jonathan Vélez Muriel, coordinador del Club.

Fruto de la constancia, que va más allá de la reunión del club e involucra la práctica diaria, los participantes se trazan 3 objetivos que se desarrollan desde febrero hasta noviembre. El primer componente incluye la creación de proyecto explorativo en el que se mezclan géneros narrativos y personajes. “Este año salió una historia muy chévere que es Rin Rin Renacuajo como investigador privado en los años 30, en ella aparece Bugs Bunny. Como esta tenemos 6 historias similares”, añadió Jonathan Vélez.

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Kizuna es el proyecto bandera, se trata de una revista de manga que este año publicará su tercera edición. “Kizuna es una palabra japonesa que significa lazos o unión. Nosotros como grupo llegamos acá a conocernos y nos une algo y es que nos gusta mucho el manga, a partir de ahí creamos una hermandad, ya nos tratamos como familia y nos hacemos mucha falta por el hecho de estar acá cada sábado, eso nos lleva a estar unidos. La idea del proyecto es que los participantes entreguen una historia de 4 páginas, y cada uno de ellos es el personaje principal. El gran reto es unirlas todas”, explicó el instructor Vélez.

El club ha crecido en participantes y en talento. La primera publicación de Kizuna, en 2016, contó con 4 integrantes. El año pasado publicaron 7 historias y en esta nueva edición el propósito es conectar 14 narraciones.

El tercer eje es el trabajo explorativo y de ilustración. Este año está enfocado en la creación de figuras de papel en tamaño escala, mejor conocidas como paper toys.

Estos 3 proyectos serán expuestos en diciembre en el Parque Biblioteca de Belén, con el propósito de vincular a la comuna 16 en el reconocimiento y valoración del trabajo artístico de sus habitantes.

“Mi forma de crear historias es muy extraña, siempre pienso qué es lo que voy a hacer, el planteamiento principal, y luego de pensar diferentes escenas voy estructurando un poco más la narrativa. He aprendido un montón de cosas, me he sentido muy apegada por la gente que viene y por el desarrollo que he tenido en los años”, expresó Valentina Parra, quien lleva 6 años en Mangakas.

Este espacio de formación ha permitido que sus participantes conozcan otras culturas y fortalezcan su capacidad para relatar. “Cuando los chicos entran al club, normalmente no conocen la parte narrativa. Cuando la estudiamos entendemos su razón de ser y que todo aporta y comunica”, complementó el coordinador.

El taller de dibujo manga y el Club Mangakas se han convertido en el espacio para potenciar el gusto por el dibujo y compartir la pasión por el cómic japonés. El propósito es superar las barreras del aula y acercar a jóvenes y a adultos a nuevas culturas.

“Yo al principio estaba muy dudoso porque no era de los que dibujaban, pero desde que le cogí el tiro me empezó a gustar. Nunca había hecho un personaje o un manga y me resulta muy entretenido ver cómo puedo desenvolverme y ser creativo”, concluyó Andrés Carmona, quien hace poco ingresó a Mangakas.

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Por Sarita Noreña
saritan@gente.com.co

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