Clara convierte sus fotos en obras de arte

Clara convierte sus fotos en obras de arte

Clara convierte sus fotos en obras de arte

Conozca la historia de la artista que el mes pasado expuso cerca de 40 cuadros en acrílico en la Universidad de Medellín.

Cuando Clara Inés Montoya hace una foto es porque ya tiene en mente cómo va a pintar el cuadro. Enfoca, busca el ángulo preciso y en su imaginación, antes que con el pincel, le da el valor agregado. “Yo no veo fotografías, yo veo cuadros, por eso cada que voy de paseo me dedico a tomar retratos”.

Pero esos momentos, Clarita, como todos la llaman, los disfrutaba más cuando los vivía al lado de Germán Vieco, su esposo. Pues gracias a él se interesó por la acuarela y perfeccionó cada técnica.

Vieco fue su maestro mientras estudiaba Artes Plásticas en la Universidad de Antioquia. Todos los sábados se iba con él y un grupo de compañeros a visitar distintos pueblos para hacer paisajes al natural.

“Eso era un programazo. Llevábamos sombrilla, fiambre y acuarelas. Abríamos la maleta del carro y ahí nos sentábamos, apoyábamos el papel sobre una tabla y nos poníamos a pintar lo que quisiéramos”, dice y señala que de a poco comenzó ese romance que duró cerca de 3 décadas.

El énfasis de la carrera Clarita lo hizo en dibujo publicitario, por eso cuando se graduó entró a trabajar en una agencia. Durante 15 años se dedicó a los avisos de prensa, hasta que en 1995 se entregó de lleno a la pintura.

“Ya estaba cansada porque trasnochaba mucho y vivía con afán. Y como mi esposo estaba jubilado, aprovechamos un recorte de personal en la empresa para pasear y pintar”.

Sin embargo, cuando a Germán le dio fibrosis pulmonar, ella se distanció del arte. “Él me decía que no lo hiciera, porque tenía mucho talento, pero yo prefería estar pendiente de él, pues si tosía, yo estaba al pie”, cuenta.

Desde hace 10 años, que murió su esposo, Clarita se olvidó por completo de las acuarelas, pero el maestro Gilberto Valencia la invitó a su taller para que recibiera clases de acrílico. Y ella se enganchó.

Las fotos que guardaba en el álbum de los recuerdos se fueron convirtiendo en sus obras y se animó a fotografiar más momentos. Ahora que permanece sola dedica las noches a pintar, mientras que en las mañanas hace recados, practica yoga, va a gimnasia y cuida a su papá.

“Además yo soy más bien nocturna. A veces empiezo a trabajar a las 10 u 11 de la noche y me quedo hasta las 3 de la mañana. De hecho, en ocasiones se me va el tiempo tan rápido, que cuando menos pienso siento la bulla de los carros o de los pajaritos y ya amaneció… Es que no me da ni sueño“.

Del acrílico a Clarita le gusta la facilidad que tiene para arreglar un error, que no se demora para secar y que la mezcla de pinturas da tonalidades preciosas. “Incluso yo trato de usar colores pasteles y cuando menos pienso hay una explosión de color increíble y eso me encanta, porque me gusta la alegría, me gusta que los paisajes y los retratos vibren”.

Por Dafna Vásquez
dafnav@gente.com.co

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Fecha

Junio 10, 2019

Categoría

Artistas, Belén, Gente

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arte, artista, belén, Cultura, fotografias, fotos, Medellín, pintora, pintura