¿Por qué cerraron la Casa Amarilla?

Por qué cerraron la Casa Amarilla

¿Por qué cerraron la Casa Amarilla?

Por irregularidades de Asocomunal 11, la administración municipal de Medellín finalizó el comodato con esta organización de Laureles y se encuentra en búsqueda de un nuevo comodatario.

La vivienda donde antiguamente funcionaba la funeraria Betancur era el espacio destinado para que los habitantes de la comuna 11 realizaran actividades y talleres culturales, sin embargo, luego de 3 años de funcionamiento, esta casa tuvo que ser devuelta en comodato a la Alcaldía.

Vecinas como Gabriela Pareja no se explican por qué tuvieron que cerrar la casa, ya que este lugar es un espacio necesario para toda la comunidad. “Yo asistía a un grupo de costura con varias señoras, los miércoles en la mañana. Los grupos fueron creciendo y daban otros cursos como madera, en diferentes horarios, estábamos muy organizadas y contentas en este sitio porque es un punto muy central para todas”.

La Casa Amarilla, como es conocida popularmente, está ubicada sobre toda la esquina de la avenida Nutibara con la circular 75. Según la vecina, “hace 15 días nos dijeron que tenían que entregar la casa, comenzaron a sacar los muebles porque tenían que entregar la vivienda el último día de septiembre”.

Aunque no han suspendido ninguna actividad, estos grupos han tenido que desarrollar las actividades en espacios prestados por otros habitantes del barrio. “Continuamos con los talleres de costura los miércoles en la mañana, en el garaje de María Elena Trujillo, coordinadora de este taller, otras señoras se fueron para el salón de la parroquia La Consolata y otras en un local de la 80 con San Juan”, contó Gabriela Parejo.

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El clamor de ella y sus compañeras es que les devuelvan la casa o un espacio donde hacer sus talleres sin incomodar a nadie, “nos sentimos muy tristes porque veníamos trabajando hace 3 años en este lugar, podíamos ir a cualquier cosa a la Casa de la Cultura. Todavía tenemos la esperanza de que vuelvan a abrir la casa para las diferentes clases”, explicó la vecina.

Ante esto, Santiago Pérez, secretario de Cultura de Medellín, manifestó que “lo que sucede con la vivienda que funcionaba como casa de la cultura en Laureles es que el comodatario Asocomunal tuvo una sanción, debido a esto le suspendieron su personería jurídica, por eso no pueden tener en situación de préstamo ningún bien de la Administración municipal”.

La Resolución con el número 201950041271 de 2019 manifiesta que “se sanciona a la asociación de juntas de acción comunal por presuntos incumplimientos en obligaciones legales y estatutarias como incongruencias en el número que aparece en el libro de afiliados, falta en el plan de trabajo de 2017 y 2018, falta de reglamento interno, falta de convocatorias a las asambleas, falta de reforma en los estatutos, falta de personas en el cuadro de dignatarios, entre otros”.

Al no poder ejecutar ningún comodato con Asocomunal, desde este despacho solicitaron la entrega del bien. El funcionario añadió que “somos conscientes de las actividades que allí se adelantaban no solo culturales, sino de participación ciudadana y de proyectos de desarrollo económico, es por eso que hoy nos encontramos en la tarea de buscar un nuevo comodatario para que se pueda ocupar ese espacio y vuelva el desarrollo de todas estas actividades”.

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Por su parte, Jorge Aníbal Ospina, exrevisor fiscal de Asocomunal 11, asegura que “la casa se entrega porque de manera legal se venció el comodato que tenía Secretaría de Cultura, nos llegó una notificación para entregarla el 8 de octubre y así se realizaron las cosas, a nadie se sacó a la fuerza o se atropelló, la explicación se dio a todos los grupos”.

Ospina asegura que durante 3 años se realizaron diferentes actividades para la comunidad, “había presentaciones de chirimías, orquestas musicales, clases de baile, canto, pintura, croché, bordado y se prestaba el espacio para grupos juveniles y de oración”.

Asimismo, asegura que “nunca recibimos dineros de Presupuesto Participativo o de la Secretaría de Cultura, la casa se sostenía con donaciones de los grupos que venían para pagar los servicios y el aseo”.

El comodatario debe tener la capacidad legal para que el contrato sea extensivo, es decir, no solo se realiza con la Secretaría de Cultura, sino que entran los despachos de Desarrollo Económico y Participación Ciudadana, con el fin de cumplir con todas las actividades que en la Casa Amarilla se adelantaban.

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Por Alexis Carrillo Puerta
alexisc@gente.com.co

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