Hace uno año la Casa de la Cultura de Envigado volvió a la vida

Así quedó la renovada Casa de la Cultura de Envigado

Hace uno año la Casa de la Cultura de Envigado volvió a la vida

El 3 de noviembre de 2017 la Casa de la Cultura Miguel Uribe Restrepo abrió sus puertas luego de un proceso de restauración. Usuarios y directivas hacen su balance.

Para la comunidad de Envigado la Casa de la Cultura es como un tesoro. Por eso el 13 de diciembre de 2016, cuando se presentó un incendio en medio del proceso de restauración al que estaba siendo sometida, varios vecinos se acercaron preocupados a preguntar qué había pasado.

Por fortuna no hubo heridos ni daños materiales, pero la historia quedó como otra de las muchas anécdotas que hoy acumula la vivienda que habitó Miguel Uribe Restrepo. Así lo recuerda Trinidad Parra Díaz, gestora de la Casa de la Cultura y habitante del barrio Alcalá, quien cuenta que desde mediados de 1970 (cuando era una niña) asiste a este lugar.

“Estudié en el Restrepo Molina y aquí hicimos una obra de teatro del colegio, muy bonita. Yo vine a clases de flauta, talleres de música, de escritura y de teatro”, comenta la vecina. En aquella época ya la casa funcionaba como un espacio para este tipo de actividades, pero su estructura era diferente: la sala de exposiciones era un salón comedor con una mesa grande y lámparas inmensas. Incluso había un baño de inmersión con azulejos como los que hoy tiene el lavapiés ubicado en el patio central.

Contexto de la noticia: Así quedó la renovada Casa de la Cultura

Por ese cariño que se fue construyendo alrededor de este referente de la historia de Envigado (tiene más de 250 años), los 2 años que estuvo en restauración fueron de pura expectativa para los vecinos. En el proyecto se invirtieron unos $ 3600 millones y justo este sábado se cumplirá un año desde su reapertura oficial al público.

Desde ese momento, según Trinidad, el propósito de la casa se ha cumplido, “porque está destinada al desarrollo artístico y cultural”, entonces se ha llevado programación variada y velado por la participación de los vecinos y líderes del sector.

“La gente que ha trasegado en Envigado toda la vida, que de pronto se ha ido y ha vuelto, se encuentra con un espacio un poquito cambiado en algunos aspectos, pero en su estructura sigue igual. Ven una casa muy bonita, acogedora, que tiene muy buena energía porque dicen que es un lugar muy rico, de paz, para descansar, escribir y trabajar”, comenta la gestora.

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Esa idea de un lugar abierto para todos era la que quería lograr el arquitecto Javier Franco, encargado de los diseños de la restauración, quien le explicó a Gente algunas de las modificaciones: se retiró el teatro para reemplazarlo por un teatrino y un auditorio, también se fue la casa del mayordomo, para darle continuidad al corredor de la casa y se agregaron drenajes resistentes, un café y un pasaje peatonal.

Claudia Uribe Peña, directora de Cultura de Envigado, cuenta que la buena acogida desde la reapertura de la casa ha sido evidente, sin querer decir que antes no lo fuera, sino que ahora el espacio se siente más fresco y con cierta magia.

Uno de los aspectos que más pedía la comunidad es que no se perdieran los talleres que tanto habían caracterizado la casa. De acuerdo con Uribe Peña, esta solicitud se tuvo en cuenta (actualmente se están dictando 15 talleres) y también se trajo una agenda cultural amplia, diseñada con el propósito de no hacer eventos aislados, sino con cierta frecuencia, “para generar formación de público y que la gente pueda apropiarse del espacio”.

Por ejemplo, hay tertulias, una exposición de arte cada mes, conversatorios intergeneracionales, actividades culturales todos los viernes a las 7 p.m., cine club, visitas guiadas por el historiador de cabecera y recorridos de 3 o 4 grupos de colegio cada semana. Otro punto que la directora también destaca es la apertura a que dependencias externas a la Alcaldía también utilicen el espacio para sus ensayos o actividade, “sean conferencias, charlas o trabajo con comunidad”.

“Este año estábamos implementando una cantidad de actividades, entonces apenas estamos en ese periodo de evaluar qué ha sido lo más exitoso, aunque en general, un 95 % de las actividades lo han sido”, señala la directora de Cultura.

En esas pocas actividades que no han funcionado, cuenta la funcionaria, figura, por ejemplo, la idea de que este sitio se volviera un referente de teatro, teniendo en cuenta que allí mismo nació el famoso grupo Matacandelas, pero la casa no contaba con el suelo apropiado ni un aula con espejo, por eso se trasladó al salón de la Bailarina, en la Biblioteca Débora Arango.

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En la Casa de la Cultura también funcionaba el mercado de emprendedores, que luego se trasladó al parque principal, para aprovechar el mayor flujo de gente.

Estos cambios, siguiendo con Claudia Uribe, también tienen que ver con el objetivo de descentralizar las actividades culturales en el municipio, para que los habitantes de todos los barrios puedan disfrutarlas.

“Es importante destacar que la casa ya la abrimos los sábados, estamos estudiando también la posibilidad de abrirla los domingos. Estamos evaluando que sí haya la gente interesada en participar de estos espacios ese día, porque muchos trabajan los sábados y en semana”, apunta la directora.

Por Jessica Serna Sierra
luisaan@gente.com.co

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