Cámara Colombiana de la Infraestructura critica valorización

Fue puesto en funcionamiento el intercambio de Inferior con Balsos

Cámara Colombiana de la Infraestructura critica valorización

La entidad se suma a vecinos, contratistas y otros gremios, que ya han encontrado fallas en las obras que se construyen en nuestro barrio, y cuestiona el modelo de contratación vigente en el país.

Las obras de la transversal Superior con El Tesoro, la Superior con la calle 10 y la Inferior con Los Balsos, 3 de las más polémicas del Proyecto de Valorización, le sirvieron a la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI) para hacer un diagnóstico de algunos de los males en contratación.

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El director ejecutivo de la seccional Antioquia de la entidad, José Fernando Villegas Hortal, cuenta que las continuas y evidentes fallas en la construcción de algunas obras de valorización les llamaron la atención y dieron pie a que quisieran estudiar qué estaba pasando. “Este es un sector que trabaja directamente con obras públicas y, cuando uno empieza a ver que en ellas se están cometiendo errores evidentes y no van a cumplir el fin para el cual fueron anunciadas y diseñadas, uno se preocupa“, dice.

El dirigente gremial reconoce que no es habitual que le hagan seguimiento a las obras que se construyen en la ciudad, pero ante las demoras sin justa causa, el uso de diseños que no parecían adecuados, se vieron abocados a sistematizar sus inquietudes mediante un estudio: “Nos pareció responsable hacerlo porque en el imaginario de la gente va a quedar que la ingeniería no está haciendo bien las cosas y evidentemente no las está haciendo bien. Por esto hay que ver por qué”, indica.

El estudio, para el que se contrataron a asesores externos a la CCI, no abarcó las 23 obras, pero se enfocó en las 3 más problemáticas para el momento de su ejecución (haga clic en la imagen para más información):

Villegas Hortal explica que las 3 obras elegidas reúnen algunos de los problemas que enfrenta en la actualidad la obra pública. En primer lugar, la transversal Inferior con Los Balsos “porque era la obra problema, la que estaba suspendida, la que acusaba unas fallas incomprensibles”. Luego, la Superior con El Tesoro porque, en síntesis, “la que se construyó es muy distinta a la que se contrató; entonces queríamos saber por qué sufrió esos cambios tan abruptos”. Y finalmente la de la Superior con la calle 10, “porque tenía retrasos enormes sin una justificación clara“.

Uno de los primeros hallazgos que destacó la CCI frente a estos proyectos —que se repiten en otras de valorización— es que encontraron en esas 3 obras 3 entidades contratantes: el Fondo de Valorización del Municipio de Medellín (Fonvalmed), la Secretaría de Infraestructura Física y la Empresa de Desarrollo Urbano (Edu).
“Si se analiza la función del Fondo de Valorización, ve que se creó para manejar unos recursos y en ningún momento le corresponde ser un ente ejecutor o constructor”, dice Villegas y agrega que “de ahí se derivan una serie de problemas porque se puso a hacer lo que no sabe hacer“.

En este mismo sentido se expresa sobre la Edu, que a su juicio se debe enfocar desarrollo de proyectos urbanos y no en la ejecución presupuestal de la ciudad. El estudio encontró además que para la construcción de estos 3 proyectos se firmaron 11 contratos y, según Villegas, todos ellos debieron ser ampliados en tiempo y dinero. “Esto debería ser la excepción, no la regla. Está bien que en 11 se encuentren una o 2 adiciones, ¡pero no en el 100 %!”, sentencia.

El dirigente gremial dice que este problema se extiende al resto de la ciudad. “Cuando uno empieza a extrapolar se encuentra que en la ciudad de Medellín el 99 % de los contratos son ampliados en plata y duración, y eso no tiene lógica”.

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El estudio permitió establecer que uno de los déficits más importantes de estos proyectos, como muestra de buena parte del Proyecto de Valorización, es la falta de planeación. “Eran proyectos que arrancaban sin tener todos los predios adquiridos y sin contar con los permisos ambientales” con el agravante de que “todos los proyectos tuvieron variación frente al diseño original; ninguno terminó construyéndose como fue diseñado”.

Que todas las obras estudiadas hubieran sufrido modificaciones en los diseños resulta paradójico para la Cámara. El estudio de la entidad pudo establecer que estas modificaciones se dieron pese a que los requisitos exigidos a los proponentes para los diseños fueron tan elevados, que la firma ganadora tuvo que buscar en todo el país los ingenieros que los cumplieran.

“Buscaron lo mejor de lo mejor y esos diseños no fueron respetados”, afirma Villegas y agrega: “¿Para qué son tan exigentes con unos perfiles con unos ingenieros muy bien preparados para que vengan 2 funcionarios a tomar la decisión de cambiar un proyecto de esos? La platica del diseño se perdió“, sentencia.

Entre los motivos que pudieron identificar para que se cambiaran está la sugerencia directa de los vecinos a los proyectos. Villegas Hortal considera que esto es un error porque los principales usuarios de estos nuevos desarrollos viales no son ellos, sino toda la ciudad. “Por petición de 2 vecinos, buscando 2 personas la comodidad para tener acceso a su edificio, exigieron unos cambios que la entidad, por su debilidad técnica e institucional, cedió. Esto hizo que la mayoría de los intercambios dejaran de ser operacionales, sin pensar en todos los usuarios, sino favoreciendo a unos cuantos particulares que viven cerca”, afirmó.

Ante estas anomalías la pregunta que queda es: ¿y dónde están los organismos de control? “Yo no creo en ellos porque en la práctica no han servido para nada”, puntualiza Villegas con desazón.

Álex Esteban Martínez Henao
alexm@gente.com.co

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