Así es la vida de una madre voluntaria en los Scouts
Sandra Milena Maldonado, vicepresidenta del grupo Scout Mosqueteros 24 de Belén cuenta cuáles son sus funciones y la manera de formar a mejores seres humanos desde el respeto por el medio ambiente y la ayuda social.
Pertenecer a los Scout era un sueño que Sandra Milena siempre tuvo desde niña. Sin embargo, por la negativa de sus padres, con el motivo de ser peligroso, siempre le tocó escuchar aquellas historias de los campamentos y demás actividades que hacían amigos y conocidos.
“Ya cuando estaba casada y tenía a mi primer hijo Ismael, una vez estábamos en la Loma de los Bernal y vimos un encuentro de uno de los grupos Scout de Belén. Él se sorprendió mucho por los uniformes tan bonitos, los juegos que hacían… Ahí fue cuando lo metí a la tropa”.
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Un sueño cumplido
En una reunión de padres de familia indicaron que varios de ellos podían apoyar el grupo convirtiéndose en consejeros, es decir, apoyaban toda clase de actividades para recoger fondos, con el fin de cubrir los gastos de los campamentos y demás utensilios.
Sandra sin dudarlo se ofreció como voluntaria para ayudar en el grupo, cumpliendo el sueño que tenía como niña, solo que esta vez desde una posición diferente, como una mamá que debía estar pendiente, no solo de su hijo sino de toda una tropa.
Y aunque actualmente ya está próximo a cumplir los 19 años y solo duró 3 años en este grupo Scout, esta madre lleva más de 8 difundiendo la filosofía de su manada, además de integrar a su hija Celeste al movimiento desde que cumplió los 5 años y que actualmente tiene 12.
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Ser ciudadanos ejemplares
Como el movimiento Scout es un grupo educativo para niños, niñas y adolescentes la misión de Sandra Milena es contribuir al desarrollo físico, intelectual, emocional, social y espiritual de cada uno de los integrantes de Mosqueteros 24.
“En la última asamblea me designaron como vicepresidenta del grupo de consejo pero también me desempeñé como personal de apoyo y vocal. Dentro de las labores hay que apoyar cada uno de los grupos, planear todas las actividades. Sin embargo, en cada acción que hacemos tratamos de fomentar valores como el respeto, la solidaridad con los demás, el trabajo en equipo, el amor por la naturaleza y el recordar siempre llevar el niño interior”, explicó esta vecina.
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Aunque Sandra Milena tiene otras profesiones y trabajo, cada fin de semana porta con orgullo su uniforme, emite el grito de guerra y anima a los demás a participar de cada uno de los planes, ya sea participar de un campamento, tener una jornada de limpieza en algún lugar público o hacer algún juego educativo.
“Soy tecnóloga industrial, actualmente estudio para auxiliar de enfermería, trabajo en una empresa de recursos humanos y tengo una tienda de ropa virtual. Sin embargo, siempre dedico unas horas al encuentro de los fines de semana”, dijo Sandra Milena.
¿Por qué ser un Scout?
Para esta vecina pertenecer a un movimiento Scout en cualquier etapa de la vida enseña ciertas vivencias y capacidades que sirven para toda la vida.
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“Mis 2 hijos estuvieron en el movimiento y esto les permitió ser personas más independientes, es decir, ganaron la capacidad de recibir y aceptar consejos, pero ellos toman sus propias decisiones, además de resolver problemas con facilidad, como por ejemplo empacar su propia maleta de viaje cuando tienen algún campamento o estrategias de supervivencia en lugares como la selva”.
Así mismo, aprendieron a convivir con otras personas, llevar una organización de sus objetos personales, respetar sus diferencias y trabajar en equipo por un objetivo en común.
“La formación no es solamente para los niños y jóvenes, sino que también para los padres de familia, con quienes tenemos algunos encuentros para brindarles tips sobre el crecimiento de sus hijos como buenos ciudadanos y el acompañamiento, el espacio y el respeto que ellos deben brindar”.
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A sus 43 años Sandra Milena dice que todavía tiene muchas enseñanzas para ofrecerle a cada uno de los niños y adolescentes que componen el grupo de Mosqueteros 24, quienes se reúnen en el colegio San Carlos.
De las acciones favoritas del grupo son las acciones sociales que hacen. Desde compartir el algo con un compañero, hasta hacer actividades para entregar mercados e involucrarse con las actividades de la comunidad, prestando una ayuda de guardia u organización de los eventos.
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Por: Alexis Carrillo Puerta
alexisc@gente.com.co
Fotos: Camilo Suárez