¿Arepas de plátano? Conozca el invento de Diana y su familia
¿Ha comido arepa de plátano verde o maduro? En medio del aislamiento obligatorio por el coronavirus, Diana Moreno Arboleda creó un emprendimiento con este producto.
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Desde hace 3 años, cuando sus padres volvieron a Frontino (su pueblo natal), esta ingeniera de producción y calidad, magíster en administración, renunció a su trabajo para tomar las riendas de la finca y estar al pendiente de los sembrados plátano y banano.
Además sus otros proyectos personales que necesitaban atención, por eso aunque viajaba constantemente al occidente antioqueño, la mayor parte del tiempo se la pasaba en Belén (Medellín).
Sin embargo, afortunadamente, el inicio de la cuarentena obligatoria por covid-19 la sorprendió en la finca con su familia.
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“Yo siempre he querido emprender, lo intente con ropa y zapatos, y no fue posible… Pero como los negocios están donde uno menos se los espera, resulté en medio del confinamiento haciendo arepas de plátano maduro y plátano verde con mis 2 hermanas”.
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Ya la receta tenía más o menos clara: “Siempre nos sobran muchos plátanos de la cosecha, entonces yo hacía patacones y los guardaba en la nevera para consumo propio. Sin embargo, nosotros no somos casi de fritos, entonces me inventé esa forma para congelarlos y poder comérnoslos asados”.
Durante los primeros meses de encierro, pensó en cómo mejorar la fórmula para ofrecerle el producto a sus conocidos.
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Quería que la masa fuera 100 % plátano y no tuviera harinas añadidas, gluten, conservantes, saborizantes ni colores artificiales. Por eso se demoró más de un mes mejorando la receta.
Con ayuda de toda la familia, incluido su primo Juan Guillermo, Diana hizo a mano 1000 arepas (200 paquetes). “Nos dimos 15 días para venderlos y arrancar con el proyecto, pero no duraron ni uno“.
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Le pusieron nombre al emprendimiento, abrieron redes sociales y compraron una máquina y un molino para acelerar el proceso de producción.
La Primavera lleva apenas 7 meses en el mercado y ya distribuye sus productos en diferentes tiendas de Medellín y esperan estar pronto en Cali y Bogotá.
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“El proceso continúa siendo muy artesanal. La planta está en la finca de mis papás, ellos nos apoyan mucho, mientras que Juan y yo somos los que las hacemos y las vendemos”.
Hoy por hoy fabrican 1000 paquetes al mes. “Las arepas han tenido muy buena acogida, porque son muy diferentes, no sabe ni a tajadas de plátano ni a patacón, porque el proceso de cocción es diferente, aunque la gente se la come al desayuno, al almuerzo o la comida con queso, aguacate, hogao y hasta carne desmechada“.
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Foto: Manuel Saldarriaga
Texto Dafna Vásquez
dafnav@gente.com.co
