Así van los árboles que sembraron por valorización en El Poblado

Así van los árboles que sembraron por valorización en El Poblado

Así van los árboles que sembraron por valorización en El Poblado

Hicimos un recorrido por algunas de las obras del Proyecto de Valorización en El Poblado, junto con 2 funcionarios del Fonvalmed, para conocer el estado de los árboles sembrados.

Cerca de 3300 árboles nuevos han llegado El Poblado por las obras del Proyecto de Valorización. Esto se desprende de un informe del Fonvalmed en el que consta que para el paquete de obras, el Área Metropolitana había autorizado una serie de aprovechamientos y sus respectivas reposiciones.

Según sus datos, el Fonvalmed les dio luz verde 3773 talas, 1492 trasplantes y la erradicación 2013 árboles con diámetro a la altura del pecho inferior a 10 centímetros así como la tala de 108 plantas no leñosas.

Como parte de la compensación, la autoridad ambiental ordenó la siembra de 11.965 árboles a razón en algunas obras de 3 o 4 siembras por cada tala. Con el ánimo de establecer el estado de estos árboles, hicimos un recorrido por algunas de las obras.

Lo que se siembra
A la fecha han sido entregadas 18 obras del proyecto, entre las que se cuenta la conexión de la carrera 43C entre calles 8 y 9, en Astorga. De acuerdo con María Paulina Posada, ingeniera ambiental del Fonvalmed, este punto fue entregado en febrero del 2014.

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Allí se sembraron 16 árboles entre los que se encuentran guayacanes rosados (Tabebuia rosea) y pacós (Pacó, Cespedesia macrophylla Seem), unos individuos de porte mediano a grande, los cuales pueden llegar a medir más de 20 metros de altura.

Yamith Hoyos Serna, ingeniero forestal de la entidad, explicó que estas especies, así como otras que forman parte del inventario del Fonvalmed, son elegidas siguiendo unos criterios básicos: 1) que no emitan olores desagradables en cercanías a establecimientos comerciales, 2) que sus hojas, ramas, flores y frutos no puedan provocar accidentes o daños en estructuras aledañas, 3) que sus dimensiones sean las adecuadas para el contexto donde se siembran, 4) que sean atractivas para la fauna del sector y 5) que sean nativos.

“La planeación está asociada con los estudios de fauna y conectividad porque ellos nos dicen qué individuos se encuentran en la zona; de acuerdo con ellos, escogemos el árbol que sembramos en la zona”, agrega la ingeniera Posada.

Otro de los puntos recientemente culminados es la segunda calzada de la loma de Los Parra, entre la avenida El Poblado y la carrera 34. Allí sembraron 117 individuos entre árboles y especies de jardín, con los que conformaron un mariposario a cielo abierto en el que invirtieron 100 millones de pesos.

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Este punto ejemplifica bien lo que el ingeniero Hoyos indica respecto a las siembras, que no solo hacen con árboles, sino también con plantas arbustivas y no leñosas, las cuales sirven a las especies de animales que se mueven en el suelo, las copas de los árboles y los niveles intermedios entre ambos.

Por ejemplo, en Astorga sembraron balazos (Monstera deliciosa), entre otras plantas, para darles continuidad a los corredores para cada especie. En Los Balsos ya construyeron los pasos a desnivel de la transversal Superior e Inferior, y se espera que la próxima administración contrate la ejecución del de la 34.

Quienes transiten por esta vía podrán encontrar, en zona verde de la oreja hacia la Superior, una parte de los 591 árboles sembrados para compensar los 183 talados.

Asimismo, sembraron debajo del puente plantas cuyas características implican menor porte, tolerancia a la sombra y hojas o espinas que desestimulen la llegada de habitantes de calle y obstaculicen el tránsito de peatones por ciertas zonas.

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Metros más abajo se pueden encontrar palmas que, si bien muchos ciudadanos cuestionan por su pobre aporte en sombra o por razones estéticas, según Hoyos, también contribuyen a darle variedad al bosque urbano.

La inclusión de las palmas es útil porque sirve de atractivo para algunas especies de mamíferos y aves por su frugalidad, además de carpinteros, loras, guacamayas y canarios que las usan como nidos, y también porque evita que una plaga mate todos los árboles sembrados en un punto específico.

El papel de la ciudadanía
Si bien el Estado es el mayor responsable de las siembras de árboles en obras civiles, los ciudadanos también tienen su parte. De acuerdo con el relato de Hoyos y Zapata, ha habido casos en los que los contratistas no encuentran los árboles a los que deben hacerles mantenimiento porque los ciudadanos se los roban.

Hoyos, quien duda de que un árbol joven sobreviva a un trasplante tan agresivo, señaló que ha habido casos en los que un ciudadano decide llevárselo a la casa o al trabajo y deja el hueco.

Sostuvo que también se les puede generar un daño a las plantas cuando se les hacen malas podas (incluyendo aquellas que pretenden arrancarles “hijitos”) o bien clavándoles avisos. Por esas heridas, sostiene, el árbol puede llegar a enfermarse hasta morir, retrasando así la compensación.

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Por Álex Esteban Martínez Henao
alexm@gente.com.co

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