“Emprender unidos es más fácil”

Emprender unidos es más fácil

“Emprender unidos es más fácil”

Sebastián y Marlon crearon Soy Emprendator, una comunidad de emprendedores que, a través de sus experiencias, vencen obstáculos e identifican juntos la fórmula para alcanzar el éxito.

Después de vivir 10 años en Estados Unidos, Sebastián Dávila volvió a Colombia con la esperanza de que su empresa de marketing saliera a flote. Sin embargo, hacer conexiones había sido imposible.

Marlon Baena, en cambio, después de entrar al mundo textil con 2 máquinas prestadas y $ 150.000, ya lo había perdido todo. Pero en menos de 3 años pasó de tener 12 empleados a 44 y 12 máquinas de coser a 67 ¿Cómo? “Convirtiendo un operario de confección en gerente”.

Este par de vecinos se conocieron en 2018, gracias al Método Base de Aceleración Empresarial (MBA) de Interactuar. Ambos querían potenciar sus empresas y aprender a gerenciarlas. Sin embargo, en el proceso, entendieron que “era necesario hacer visible el poder del emprendimiento para transformar positivamente el entorno y el futuro”.

Y precisamente eso es lo que hacen hoy con Soy Emprendator, una comunidad que nació luego de que ellos se reunieron en Cartagena con otros 8 pequeños emprendedores y descubrieran que solos era imposible, “vimos que era necesario construir una comunidad de emprendedores para emprendedores con el fin de apoyarnos, darnos visibilidad, motivarnos y aprender a partir de las experiencias de los demás, entendiendo y promoviendo la acción de dar como eje central para crecer”.

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A principios de 2019, Marlon, que el año anterior se había ganado el premio Famiempresario Interactuar, convenció a Sebastián de montarse en esta aventura. Su primer experimento fue un video en Facebook, contando la historia de vida de un emprendedor y, aunque no tuvo una gran cantidad de reproducciones, generó un impacto positivo.

“Empezamos a ver que eso tenía mucho valor en el ecosistema, porque no solo era hacer negocios entre nosotros, sino aprender de las vivencias de esos héroes incógnitos que les gusta compartir su conocimiento, no piensan únicamente en la plata y están constantemente capacitándose”, asegura Sebastián.

Asimismo, cuenta que decidieron recorrer los barrios de la ciudad cada 8 días, buscando historias que “visibilicen a esas personas que siempre creyeron en su negocio para que le enseñen a la gente que vale la pena continuar. Mejor dicho, que pa atrás, ni pa coger impulso”.

A medida de que se hicieron visibles en redes sociales, comenzaron a visitar universidades para hablar sobre sus experiencias y a realizar encuentros con otros emprendedores: “Seleccionamos un tema, mientras que alguien, con un caso de éxito, nos habla sobre los retos, de cómo crear una empresa, cómo vencer los miedos, cómo han logrado sus objetivos, entre otros”.

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El grupo base de Soy Emprendator es de 8 personas, que son quienes toman las decisiones. No obstante, cuenta con una red de 300 empresas y más de 6000 personas conectadas que, de manera orgánica y en menos de un año, se han inspirado en sus videos.

La idea de estos vecinos, según Marlon, es “impactar a todos los emprendedores de Latinoamérica. Además, para participar solo hay que tener una actividad comercial que genere como mínimo 2 empleos, estar dispuesto a transformar las operaciones, dedicar tiempo a apoyar a otros empresarios con sus preguntas o contactos y tener el interés, la motivación y las ganas de crecer y salir adelante en comunidad”.

Héroes Incógnitos
Para Julián Sánchez y su familia las empanadas de plátano maduro con asadura saben a “otra oportunidad”, pues lo que hace 12 años comenzó como una entrada adicional de dinero se convirtió en el sustento de todo un hogar.

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“Mi mamá, que nunca había trabajado, al principio se negó a hacer las empanadas, pero mi hermana y yo insistimos, y ya después de ofrecidas y vendidas no tuvo de otra. Empezamos con encargos de 20 unidades y a la vuelta de 4 meses eran de 200 de 5 sabores diferentes”.

Sin embargo, la prosperidad del negocio coincidió con la muerte de su padre. Así que transformaron la cocina y la sala en planta de producción. Para llevar su empresa a otro nivel, Julián, ingeniero mecánico, vio la necesidad de hacer un curso MBA. Ahí fue cuando abrieron el primer local de Las Maduritas.

En ese camino conoció a Sebastián y a Marlon. Comenzó a ayudarlos y a aprender de los demás. Su mamá participó en los videos de Soy Emprendator, y su empresa, gracias al esfuerzo y el trabajo colaborativo, ha logrado visibilizarse, “me acuerdo que Marlon me dijo: ‘¿Usted se va a quedar ahí vendiendo empanadas? Esto hay que darlo a conocer, esto tiene mucho potencial. Crea más en usted mismo’. Y eso hice, y hoy por hoy Las Maduritas tienen un mayor reconocimiento y hemos participado en ferias y eventos de la talla del Circo del Sol”.

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Por Dafna Vásquez
dafnv@gente.com.co

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