Así estarían atracando en los taxis en Medellín

Así estarían atracando en los taxis en Medellín

Así estarían atracando en los taxis en Medellín

Conocimos los casos de 2 mujeres que aseguran haber sido robadas de la misma forma al abordar estos vehículos en Medellín. Una tercera se salvó gracias a una denuncia previa.

“En la parte más oscura y sola del recorrido, llegó una moto con 2 hombres armados. Me bajaron del taxi, porque yo instintivamente no quería entregar mi bolso. Me estrujaron, me insultaron, me apuntaron con el revólver en la cabeza. Después de unos segundos de forcejear les entregué mi celular, me quitaron el bolso y lo tiraron al piso. Ellos se fueron, yo recogí mis cosas y regresé al taxi”.

Mientras llegaba a su casa, en la Loma de Los Bernal, Tatiana* continuaba abrumada. Era el segundo atraco en menos de 4 meses. La voz del taxista la ensordecía. No la dejaba pensar. Sin embargo, 3 horas después de lo sucedido sacó su propia conclusión: el conductor era cómplice.

El 25 de marzo de 2019, a las 6:00 p. m., ella tomó ese taxi, el mismo que segundos antes había dejado a un pasajero en las afueras de un centro comercial. Apenas le indicó al chofer para dónde iba, él le expresó que “casualmente tenía que hacer una vuelta por allá, hizo una llamada y dijo que ya iba con una carrera para ese sector y que aprovechaba para hacer su diligencia”.

Luego de explicarle a su interlocutor por dónde y para dónde se trasladaba, le preguntó a Tatiana la ruta. Ella se la dio. Pero cuando el carro iba sobre la 30, a la altura de la Pista de BMX Mariana Pajón, la sacaron del carro de sopetón.

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“El señor no hizo nada, solo gritaba que entregara todo que me iban a matar. Incluso cuando vi la moto acercarse le pedí que acelerara y tampoco lo hizo. Rumbo a mi casa me preguntó que qué celular era, que si era un iPhone lo podía bloquear desde el celular de él. Yo le dije que no, que lo hacía en mi casa, pero insistía que ingresara mis contraseñas en su celular“. Cada afirmación la hizo sospechar.

Tan pronto tuvo fuerzas puso la denuncia pero no tenía las placas y ni la empresa responsable. No había mucho por hacer, únicamente tratar de olvidar y superar el miedo que todavía tiene de salir sola.

Contrario le ocurrió a Sara*. Ella sí memorizó las placas y pidió el móvil por Tax Individual 8 días después de lo que le pasó a Tatiana. El carro la recogió en su casa, ubicada en Laureles. Inicialmente se dirigía para el parque Lleras, pero en la glorieta de la Avenida 33 con Ferrocarril, cambió el destino: “Señor, que pena, ya no voy para El Poblado, vamos por favor hacia la 33”.

Según esta vecina el conductor se molestó, y eso sí, nunca dejó de chatear por WhatsApp, hasta que de pronto se detuvo y le dijo: “Niña entrégueles el celular, entrégueles el celular”.

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Sara miró y asegura que ni siquiera había indicios de que la iban a atracar. “Señor, arranque”, gritó, mientras que 2 hombres en motocicleta golpearon la ventanilla y la amenazaron con un revólver.

“Apenas se fueron con el teléfono, el taxista arrancó y me preguntó que si era un iPhone, al contestarle que sí, me ofreció su celular para que abriera mi cuenta y los rastreáramos. Yo me negué”.

Se comunicó al 123 e interpuso la denuncia. Horas más tarde, afirma, ató cabos y encontró sospechoso al conductor. “Él les dio las indicaciones por mensajes de texto”. Llamó a la compañía de taxis y le aseguraron que aunque era difícil determinar la complicidad del chofer, iban a investigarlo.

Al respecto Tax Individual señala que “una vez que el usuario presenta su reclamación, por nuestros canales telefónicos o por medio de la página web, la empresa cuenta con un protocolo interno que comienza con la comunicación con el usuario, comunicación con el propietario, se amplía la información de lo sucedido y se realiza la trazabilidad pertinente”. Y eso mismo, hicieron con Sara.

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¿Casos aislados?
Referente a estos episodios, el general Eliécer Camacho, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, no encontró que los casos de Tatiana y Sara fueran reiterativos, por lo que no podrían catalogarse como una modalidad de robo.

Lo mismo opina John Fredy Escudero, líder de la agremiación Taxistas Unidos de Medellín, quien manifiesta que por ahora, este tipo de sucesos, son desconocidos para él.

Por otro lado, según datos del Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia (Sisc), de la Alcaldía de Medellín, en los 3 primeros meses de 2019 se han presentado 791 hurtos en Laureles y 458 en Belén relacionados con robos a personas, residencias, vehículos y motos.

De acuerdo con Édison Arias Jaramillo, consultor en riesgo público del Grupo Risk Management, hablar de delitos materializados en taxis no es nuevo, pues desafortunadamente desde hace varios años se dice que, no los taxistas de profesión sino delincuentes comunes o pertenecientes a grupos organizados, utilizan este tipo de vehículos para cometer actos criminales.

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“Lo que si hay que advertir es que, con o sin complicidad del conductor (situación que a veces es difícil de comprobar), cuando los atracadores van por tus pertenencias es porque saben qué llevas, bien sea porque alguien les informó o vieron por la ventanilla. Nada es casualidad”.

Pero esto no solo pasa en los amarillos, en alternativas de movilidad informal como Uber, Cabify e InDriver se puede incluso, según el experto, contar con menos garantías, “si estos modus operandi ocurren en un transporte público, que es vigilado por las autoridades, imagínese lo que puede pasar en un transporte privado no homologado por el Ministerio de Transporte”.

Hay que mantenerse alerta
Cuando Janis Watstein se subió al taxi e indicó su lugar de destino, notó que el chófer hizo una llamada en la que advirtió su ruta, con pelos y señales, a “un familiar” que lo estaba esperando. De inmediato ella recordó el testimonio que Tatiana había publicado en Facebook. Así que le pidió que la dejara ahí. “Preferí pecar de precavida”.

Precisamente esa es la recomendación principal de Édison Arias, pues para minimizar el riesgo, además de mantenerse alerta y guardar un bajo perfil, es necesario disuadir y persuadir al delincuente. Cuando se tengan sospechas de robo hay que bajarse del vehículo o hacer una llamada en la que se den detalles del móvil.

“Igualmente hay que saber que los taxis en la vía pública no se toman de manera improvisada. Solicítelo por teléfono o aplicación móvil. Si no tiene la forma, hágalo en el acopio de un centro comercial o un almacén de cadena. Anote la placa, el nombre de la empresa y la información del conductor. No se pase de tranquilo ni relajado”, concluyó.

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*Nombres cambiados por protección de las víctimas.

Foto dramatizada
Por Dafna Vásquez
dafnav@gente.com.co

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