Antonio lleva 15 años como el Cirujano del Balón

Antonio lleva 15 años como el Cirujano del Balón

Antonio lleva 15 años como el Cirujano del Balón

A este vecino del barrio Lorena (Medellín) no le queda grande ningún balón; arregla desde pelotas de fútbol hasta de voleibol y micro. Conozca su historia.

Sobre una mesa larga en el balcón de Antonio Soto reposa una pila de balones de diferentes tipos y colores. Agujas curvas, hilos, pegante, válvulas y jeringas complementan el panorama. En su taller, que también es su apartamento, guarda las historias de 15 años dedicados a ejercer como Cirujano del Balón.

La idea de dedicarse a este oficio surgió desde que tenía 8 años, cuando seguía partidos de fútbol en diferentes canchas de la ciudad. Un día uno de los jugadores, que además era médico, les explicó a él y a uno de sus amigos que para arreglar un balón chuzado debían utilizar pega amarilla y una jeringa.

A partir de esa idea Antonio empezó a arreglar los balones de sus amigos. Algunos quedaban buenos y otros malos, pero si era el caso, él les daba la garantía gratis, todo por chicanear que le quedaban perfectos.

En la casa poco sabían de las andanzas de este niño, que además llegó a jugar fútbol con René Higuita y Leonel Álvarez, cuando eran unos muchachos, y que incluso fue convocado para la selección Antioquia. Hasta allá no llegó, por la rabieta que tuvo con un entrenador que no lo puso a jugar, pero nunca ha dejado de seguir el deporte.

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La familia de don Antonio llegó desplazada por la chusma desde Cocorná, hace 55 años. Carlos Emilio, el padre, tenía una distribuidora y un día que salía con mulas cargadas para el pueblo lo sorprendieron con un escopetazo que le hizo perder un ojo.

Llegó a Medellín y detrás llegó su esposa, de 28 años, y con 9 hijos; Antonio fue el primero de los 4 que nacieron aquí. Cuando creció trabajó como mensajero, luego en un almacén de rodamientos y después como vendedor en Calzado Montoya.

Hace 15 años decidió retomar el oficio aprendido en la niñez, esta vez bajo el apodo del Cirujano del Balón (aconsejado por un amigo fisiatra) y con más experiencia, porque ya le habían enseñado incluso cómo hacer costuras.

Mi exesposa decía que de eso no iba a vivir y antes le tenía que pasar plata a ella cuando me empezó a ir bien”, recuerda Antonio entre risas.

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Uno de los primeros clientes que tuvo fue el profe Luis Alfonso Marroquín, entrenador de la selección Colombia, y luego lo llamaron equipos profesionales como Leones de Itagüí, el Deportivo Independiente Medellín y el Atlético Nacional, del que es hincha “gracias a Dios”.

Los “pacientes” que atiende con más frecuencia llegan por daños en la válvula (causados al inflarlos), por pinchazos o porque se vuelven porosos cuando los guardan mojados.

Lo primero que hace para identificar dónde están los huecos es inflarlos y sumergirlos en un “tanque de prueba”, que puede ser un balde con agua. Allí marca el sitio específico por donde se escapa el aire y procede a inyectar la pega, lo infla y lo deja reposando para hacer una última inmersión en el tanque.

Los arreglos que más disfruta son los de los balones profesionales o los que le traen de Estados Unidos, porque son los más caros y se siente satisfecho al dejarlos como nuevos.

Hoy trabaja para las escuelas de Alexis García, Estudiantil y Ferroválvulas, pero también presta sus servicios a colegios, universidades y a las alcaldías. Dice que de Laureles no se va, porque es un punto central y cercano al estadio, y aunque solo conoce otras 2 personas que se dedican a este oficio, cuenta que no ha pensado en enseñarle a alguien más su técnica por temor a que le roben el negocio.

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Por Jessica Serna Sierra
jessicas@gente.com.co

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