Los Hermanos Aicardi siguen el legado de su padre

Los Hermanos Aicardi siguen el legado de su padre

Los Hermanos Aicardi siguen el legado de su padre

Dos de los hijos de Rodolfo Aicardi crearon una agrupación para recordar los éxitos del cantautor.

Para Gianni y Rodolfo, su padre — el intérprete de Adonay, Daniela, Boquita de caramelo y Ojitos hechiceros — siempre fue Marco Tulio.

Un hombre tranquilo, amoroso y condescendiente. Contrario a lo que muchos piensan, la música en la casa de los Aicardi Montoya siempre pasó a un segundo plano, pues en diciembre, y en el resto del año, este era un lugar de lectura, descanso y conversación. La parranda para Rodolfo Aicardi, el artista colombiano que triunfó en 3 géneros distintos (baladas, popular y tropical), era simplemente un trabajo.

El artista magangueleño nunca obligó a sus hijos a seguirle los pasos. Aunque reconocen que para él era todo un honor que cantaran sus letras. Una década después de su muerte, 2 de ellos, bajo el nombre de Los Hermanos Aicardi, grabaron su primer sencillo el año pasado, Qué rica está la cumbia, una composición inédita de su padre, pero con su propio estilo, que pretende rendirle homenaje.

Rodolfo, el primer hijo que el cantautor tuvo con Mariela Montoya, nunca quiso estudiar música, a pesar de que creció con ella. De hecho, su primer acercamiento a un instrumento fue gracias a Marco, su hermano. “Cuando yo cursaba el último año del bachillerato él llevó a la casa un amigo guitarrista. Sacaron las guitarras de mi papá y comenzaron a tocar. Y me quedó gustando”.

Eligió la comunicación social para alternarla un con su nuevo hobby. La televisión y la producción audiovisual fueron el enfoque que quiso darle a su carrera, eso sí, los ritmos y los sonidos que despertaron tardíamente en sus venas nunca lo abandonaron. El pop y el rock eran sus fuertes.

Mientras tanto, Gianni se dedicaba a admirar y a escuchar las canciones de su padre. A los 13 años su hermano, Rodolfo, también fue referente para arriesgarse a incursionar en la música y sus mismos géneros. Tomó un bajo del garaje y, sin saber usarlo, hizo una audición para una banda del colegio. Desde entonces no ha parado.

Ambos fueron coristas de Rodolfo Aicardi en sus últimos 5 años de carrera artística. A duras penas, dicen, se movían de un lado para otro, imitando un baile de orquesta. La invitación de su progenitor era para que se hicieran camino y siguieran su legado. Cuando falleció, el público aclamó a cada instante las canciones del hombre que llevó la cumbia a París. Sin embargo, por respeto, Gianni y Rodolfo prefirieron no aprovecharse de esa fama.

Con los años supieron que era necesario resaltar su grandeza. Esa que quizá para ambos era tan normal, que había pasado desapercibida, pero que dimensionaron realmente la primera vez que se montaron solos a un escenario a interpretar sus éxitos y la gente, al escucharlos, no hacía más que llorar.

Por Dafna Vásquez
dafnav@gente.com.co

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Fecha

Julio 19, 2018

Categoría

Artistas, Gente, Laureles

Tags

artista, cantantes, diciembre, duo, laurales, música, rodolfo aicardi