Daniel se trajo 2 oros de los Olímpicos de la Juventud

“Las medallas se ganan entrenando, en las competencias solamente las voy a recoger”. Aunque esta frase de Daniel Restrepo suena a pan comido, cuando el clavadista se para en un trampolín las piernas le empiezan a temblar. Pero de inmediato aparece otro pensamiento: “Este es un salto más, ya lo he hecho muchas veces”, y se lanza.

 

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Una publicación compartida de Periódico Gente (@periodico_gente) el 7 Nov, 2018 a las 3:15 PST

En Juegos Olímpicos de la Juventud, que se celebraron en Argentina entre el 6 y el 18 de octubre, esa máxima cobró vida. En la prueba de trampolín de 3 metros y en la de equipos mixtos este vecino alcanzó 2 preseas doradas, siendo el atleta más ganador de la historia de Colombia en este certamen. Un cierre perfecto para su ciclo juvenil, luego de ganar nacionales, suramericano y panamericano.

En las piscinas Daniel inició sus clases de natación como cualquier pequeño. Tenía 3 años cuando Lucy García, su mamá, lo matriculó en un curso, convencida de que ese deporte le serviría como terapia para su trastorno por déficit de atención e hiperactividad.

En la Liga lo empezaron a reconocer como el más intrépido de la clase, por eso le recomendaron a doña Lucy que lo inscribiera a un club, pero no para que continuara nadando, sino para que saltara.

Muy pronto los nuevos profesores se dieron cuenta de que eso de que el niño era arriesgado no era puro cuento. “En la primera prueba de clavado no esperó ni siquiera a que le dijeran que se tirara. Cuando apenas iban a dar la orden, él ya estaba saliendo del pozo”, cuenta su mamá.

“A él le gustan los retos, la adrenalina. Le encanta lo difícil”, continúa la mujer con un rostro que resplandece de orgullo. Al mismo tiempo asegura que nunca imaginó que su hijo elegiría el deporte como proyecto de vida, “al fin y al cabo siguió el consejo que siempre le di: ‘No importa el oficio que escojas, pero siempre tienes que ser el mejor’”.

Daniel no recuerda por qué se encarretó tanto con los clavados, de lo que si está seguro es de que esa sensación de volar, mientras está en el aire, es lo que lo ha hecho permanecer allí durante 14 de sus 18 años.

Desde 2005 este saltador del club Alcatraz compite. “Me gané una primer medalla en novatos y con el pasar del tiempo me empezó a ir muy bien. Empecé a conseguir muchas victorias en los campeonatos y ahí fue que el deporte dejó de ser un pasatiempo, para convertirse en mi estilo de vida, en una responsabilidad”, dice mientras señala que, a vuelo de pájaro, en su casa tiene por lo menos 70 medallas.

Wilson Molina es su entrenador y su apoyo. Hace 8 años, cuando se llevó a cabo la primera edición de los Juegos Olímpicos de la Juventud y Daniel estuvo en la categoría infantil, el profesional hizo un esquema para saber qué clavadistas podrían llegar a competir en ese evento y Daniel estaba entre los seleccionados. Desde entonces lo ha estado preparando.

A mediados de 2018, luego del Mundial Junior, en el que quedó campeón, este vecino viajó a Brasil para concentrarse un proceso de entrega y disciplina que le permitió salir vencedor y adquirir el valor suficiente para el otro año empezar desde cero en una nueva categoría a buscar los puntos necesarios para ir a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Aunque él no va solo por el cupo, él va por su otra medalla.

Por Dafna Vásquez
dafnav@gente.com.co