Pocos usan la nueva zona de mascotas del primer parque de Laureles

Pocos usan la nueva zona de mascotas del primer parque de Laureles

Pocos usan la nueva zona de mascotas del primer parque de Laureles

La falta de iluminación y la humedad del terreno desmotivan a algunos vecinos a llevar sus perritos al espacio inaugurado en el primer parque de Laureles.

Completamente vacía. Así lucía en la tarde del viernes 5 de octubre la nueva zona de mascotas que la Alcaldía de Medellín instaló dentro del primer parque de Laureles.

Y no es que los vecinos hubieran dejado de pasear sus animales domésticos. De hecho, en otras zonas del parque, incluso las jardineras recientemente sembradas por la Administración municipal, los perritos correteaban y jugaban entre sí. Pero ninguno de los dueños que estaban presentes querían que sus mascotas permanecieran en el sitio delimitado para ellas.

Luisa Marulanda se encontraba en el lugar en compañía de Apolo, y aunque el perrito recorría todos los senderos del parque, ella evitaba que ingresara a la zona de mascotas. “La verdad, el desagüe parece que quedó malísimo y, por ejemplo, para los perros grandes como Apolo, estas rejas son muy bajas, y ellos brincan por todos lados; el lugar no está adecuado”, expresó.

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La vecina agregó que “creí que iban a poner un dispensador de agua, que es esencial para un parque de mascotas, pero no, la verdad, le faltan muchas cosas al parque, quedó terminado mucho tiempo después y se nota que el que lo diseñó no tiene perros”.

Algo similar opinó Felipe Cardona, quien llegó paseando a Agustín y Teo y consideró que “la zona ha funcionado, pero creo que faltó diseño y un poco más de organización, porque siempre está lloviendo mucho y realmente es complicado meter a los perritos ahí, porque con el agua de estos días se empantanan, queda eso un pantanero“, pero reconoció que “se agradece la gestión de la Alcaldía, algo se hizo”.

También agradecida se mostró Gloria Gómez, quien perseguía a Paco por todo el parque: “Para ellos es deliciosa la zona, yo he visto que en otros días se han hecho ahí y juegan y se divierten. De pronto hay problemitas: ya cuando está muy oscuro, no hay luz. Yo hoy no lo dejé meter porque se vuelve eso un pantanero, estamos en pleno invierno, pero ellos aprovechan mucho. A mí me gustó la obra, en Estados Unidos hay parques para perros por todos lados y aquí hacía falta”.

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Por su parte, Estefany Posso enfatizó en que “los perros se vuelven nada, ayer quedaron lindos y uno siempre sale sucio. A esta hora era para que estuvieran aquí unos 10 a 15 perros y no. A la gente le ha gustado la propuesta, pero el lodo es el que los aburre. La reja es bajita, entonces los perros igualmente se la saltan. También se meten en las maticas que sembraron y las dañan”.

Sobre las críticas, Gente consultó con Paula Andrea Palacio, secretaria de Infraestructura Física, quien manifestó que “luego de hacer la última visita técnica identificamos que la zona de mascotas sí está oscura, entonces vamos a revisar la posibilidad de instalar unos reflectores para darle luz y vida a la zona en las noches y pueda ser utilizada en ese horario”.

Explicó la jefe de despacho que “se trata de una intervención menor, que no requiere licitación, ni implica altos costos y puede ejecutarse en el corto plazo”.

Acerca de la humedad, Palacio señaló que “la grama fue muy bien instalada, a pesar de eso, inmediatamente empezó la temporada de lluvias y no pegó. Debería estar incluso más empantanada. Ahí no hay ningún problema constructivo, ni de ductos de agua que estén fallando. Lo que haremos es un tratamiento con abono”.

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Por Sergio Andrés Correa
sergioco@gente.com.co

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