Reflexología, el remedio para cada dolencia

Reflexología, el remedio para cada dolencia

Reflexología, el remedio para cada dolencia

Para el dolor de cabeza, la gastritis o el estrés… Esta práctica le ayuda a alivianar enfermedades. Dos vecinas de Laureles (Medellín) le cuentan qué es.

Seguramente alguna vez habrá escuchado que si ejerce presión sobre su muñeca, entre el dedo índice y el pulgar, eliminará el dolor de cabeza. Aunque no es así de sencillo, porque para lograrlo se necesita técnica y hacerlo en ambas extremidades, esa práctica tiene algo de cierto.

Durante más de 20 años Sandra Rodas ha trabajado con las manos. Primero lo hizo como diseñadora de modas y ahora con la reflexología, que estimula puntos sobre pies, manos, nariz u orejas (llamados zonas reflejas) para tratar algunas enfermedades.

Esta terapia la conoció gracias a las Hermanitas de la Anunciación, pues en el intento de sobrellevar su migraña sin tantas pastillas se topó con esta práctica. Solo necesitó 5 sesiones para sentir mejoría y desde entonces se apasionó por el tema, hizo varios cursos y dejó de ser una simple paciente para, desde hace 4 años, dedicarse a equilibrar el organismo de la gente.

Según explica esta vecina, mediante la estimulación de esos puntos se pueden mejorar los problemas digestivos, respiratorios, linfáticos, cardiovasculares o nerviosos, ya que existe una conexión entre las zonas reflejas y los órganos, razón por la que al masajearlas otorgan un estímulo curativo y sensación de bienestar.

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El cuerpo es una máquina delicadamente equilibrada y sinérgica, cada una de sus partes funciona al unísono para el beneficio del todo. A este estado de equilibrio lo llamamos homeostasis y esta técnica ayuda a alcanzarla de manera natural. Durante una sesión de reflexoterapia son removidas las toxinas (pequeñas acumulaciones de cristales) que se desarrollan debajo de la piel y que interfieren en el flujo natural de la energía del cuerpo humano”.

Asimismo, asegura que cuando esa energía se estanca dentro de un órgano o en algún punto del trayecto se produce un desequilibrio capaz de repercutir a la larga sobre sus funciones orgánicas y producir una enfermedad, es por eso que esta práctica se considera también una terapia preventiva.

Sandra solo practica la reflexología podal, la que se enfoca en las plantas (pies), y la palmar, la que estimula las palmas (manos). Lo mismo hace Margarita Velásquez, una docente de preescolar que hace 2 años y medio dejó su profesión para dedicarse a este tipo de terapia, pues con ella superó una inflamación en una pierna y una crisis de migraña.

Esto es posible, porque los pies conectan las áreas y órganos mediante más de 7200 terminaciones nerviosas, “luego de varias sesiones los dolores se van alivianando y, aunque la mayoría de personas, de todas las edades, me buscan para combatir el estrés, a medida de que uno va haciendo el masaje va detectando otras enfermedades, al final todos salen felices y relajados. De hecho yo soy una muestra de que esto funciona”.

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Por Dafna Vásquez
dafnav@gente.com.co

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