Detrás de un buen sonido está un luthier envigadeño

Detrás de un buen sonido está un luthier envigadeño

Detrás de un buen sonido está un luthier envigadeño

El oficio de fabricar, restaurar y ajustar instrumentos musicales se mantiene vivo en Envigado. Le contamos por qué.

En el arte de restaurar instrumentos María José Montoya Rúa encontró una forma más profunda de conectarse con su violín. Esta integrante de la Red de Escuelas de Música de Envigado fue una de las 110 personas que del 15 al 22 de febrero participaron en el VIII Seminario Internacional de Luthería, en la Biblioteca Pública y Parque Cultural Débora Arango.

“Lo que me interesa es entender que uno no está tocando cualquier cosa, es un contenido intelectual. Alguien tuvo que pensar en cómo hacer que cada una de esas partes combinaran para crear un sonido“, comentó la joven de 17 años.

Ella conoció el oficio de la luthería por medio de cursos en el Sena y el año pasado participó por primera vez en el seminario internacional, que también tuvo a Envigado como sede. Aprendió, entre otras cosas, a acomodar el alma, esa estructura de madera que conecta la caja, el puente y las cuerdas de su instrumento.

Este año María José recibió una beca para participar en el seminario. Durante 1 semana compartió conocimientos y trabajó junto a otros músicos y luthieres de distintos países (Francia, Portugal, Alemania, Brasil, Chile, Venezuela y Colombia) en el mantenimiento de los instrumentos de la Red de Escuelas de Música.

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Eduardo Mognaschi Cochella, coordinador del seminario, explicó que con la reparación de cerca de 100 instrumentos se cumplió uno de los fines del encuentro, que es el impacto social. Por otro lado está la inclusión, que se generó al becar el 70 % de los asistentes provenientes de la red de Envigado y de otros municipios de la región.

De acuerdo con el maestro Mognaschi, este seminario surgió en su natal Perú, como respuesta a una necesidad y es que antes no había capacitaciones para luthieres que no fueran de una marca específica de instrumentos.

“Han estado en constante aprendizaje, dado que ha ido creciendo tanto el nivel de participantes como de expositores”, contó el maestro Eduardo y añadió que la primera edición del seminario fue totalmente expositivo, mientras en la más reciente introdujeron un 80 % de actividades interactivas.

Este año trabajaron, por ejemplo, los grabados sobre los instrumentos y contaron con luthieres de las grandes ligas, como una francesa que trabaja con una marca de 194 años de trayectoria llamada Buffet.

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“Las personas que son de Envigado el año pasado empezaron solo con mantenimiento, pero ahora ya las veo soldando, metiendo martillo”, señaló el coordinador del encuentro.

En esa lista de vecinos estuvo también Jeison Álvarez Jaramillo, un habitante de Las Orquídeas que hace 10 años se dedica a este oficio. Comenzó con la interpretación de la trompeta en la banda de Jericó, pero prestaba mucha atención cada que asistía el técnico a reparar los instrumentos.

Le gustó tanto esa labor que decidió quedarse detrás de la tarima, dedicado a la luthería. Cuando llegó a vivir a la ciudad empezó a trabajar en Todo Música y Sonido, donde le abrieron las puertas para asistir a cursos nacionales e internacionales. Con la empresa Musical Cedar, en la que ejerce actualmente, tuvo la oportunidad de viajar hasta Taiwán, donde obtuvo la certificación en la marca Júpiter, que solo ostentan unos 3 luthieres de América Latina.

Hoy en día ofrece sus servicios a la Red de Escuelas de Música de Envigado y también ha trabajado con bandas de Rionegro, Caramanta, Cundinamarca y con Eafit. Para Jeison este es un oficio que va en crecimiento en el país, también por el auge de agrupaciones que hay en la región, y a eso aportan eventos como este seminario.

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A Jeison el mundo de las redes sociales le ha facilitado conocer prácticas de luthieres de otros países que son potencia en este oficio y que además tienen experiencia en la producción de herramientas.

La luthería lo incentiva a uno a ser mucho más creativo, de hecho he tenido la locura de irme a Homecenter a ver herramientas y pensar cómo modificarlas para hacer tal cosa”, comentó el vecino. Y es que pocos se imaginarían, por ejemplo, que una hendidura de una trompeta puede resolverse con una copa de vidrio.

Diomer Alfonso García Ocampo, director de la Red de Escuelas de Música del municipio, destacó el aporte de este evento al turismo —algunos participantes no conocían que había una ciudad llamada Envigado—, a la economía creativa y a la organización que dirige, que se ahorró cerca de $ 50 millones con la reparación y el mantenimiento de sus instrumentos.

“Las personas becadas, en su mayoría, son usuarias de la Red de Escuelas de Música que quieren conocer este mundo de la luthería y encontrar un proyecto de vida económico, que les permita ampliar ese abanico de posibilidades en el campo laboral”, comentó el director y añadió que en ese sentido la red busca ser reconocida como centro dinamizador local y también regional, por eso también beneficiaron a personas del Suroeste, del Nordeste y el Oriente antioqueño.

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Por Jessica Serna Sierra
jessicas@gente.com.co

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