Ellas son la fuerza del emprendimiento

Ellas son la fuerza del emprendimiento

Ellas son la fuerza del emprendimiento

Hace 1 año un grupo de vecinas de la comuna 16 (Belén) de Medellín creó Muem, una organización que impulsa a las mujeres a empoderarse y crear empresa.

Mientras algunas descubren nuevos talentos, Elizabeth García revive uno de la juventud. Ella hace croché y pasabocas para fiestas, sin embargo, el dibujo es esa pasión que olvidó y está dispuesta a retomar. Lo mismo le sucedió a Rocío López, que regresó al arte con el firme propósito de “enseñar y formar mujeres empoderadas”.

Al igual que ellas, hay otras 80 que gracias a la Organización Social Mujeres Emprendedoras (Muem) C 16 tienen una razón más para salir de casa a perseguir sus sueños.

La cabeza de esta iniciativa es Martha Pastrana, una huilense que llegó a Belén hace 21 años para liderar procesos comunitarios en Las Mercedes. Pues por su afán de crear una empresa de tapetes en Cordon Lycra, convocó a otras 17 vecinas para que caminaran juntas hacia el emprendimiento. En menos de una semana se multiplicaron las interesadas.

Lo bueno de la organización, dicen, es que todas comparten un mismo propósito: generar estabilidad económica para ellas y sus familias. “Y aunque contamos con grandes limitaciones, como la poca preparación académica, la falta de conocimientos y inexperiencia en asuntos empresariales, también tenemos determinación y todas las ganas de crear empresa”.

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El 23 de marzo de 2018 se consolidaron como grupo. Martha tocó las puertas de diferentes entidades para que las ayudaran a fortalecer sus competencias, y el Sena no dudó en ofrecerles capacitaciones. Hasta ahora han hecho cursos de emprendimiento, técnicas de mercadeo, bisutería, jabonería artesanal, marroquinería, pedagogía, entre otros.

“Pero adicional a eso, como cada una tiene habilidades y conocimientos distintos, entre todas intercambiamos saberes”, asegura Martha, mientras señala que ella y otras vecinas se certificaron como docentes para tener herramientas metodológicas a la hora de enseñar.

La Alcaldía de Medellín, Cedeso y la Cámara de Comercio también les dieron la posibilidad de continuar formándose. Este año, aparte de aprender sobre el mundo digital, pretenden legalizar su proyecto y, de igual forma, buscar una sede en comodato para hacer las reuniones, vender productos y recibir los cursos, pues se la pasan rodando por los salones sociales del barrio.

Otro aspecto importante para Martha y el resto de vecinas es el empoderamiento femenino: “La mujer emprendedora se está tomando el mundo y se caracteriza esencialmente por tener un espíritu proactivo y muy positivo, por ser capaz de analizar las posibilidades que tiene a su alcance y tomar las decisiones pertinentes para avanzar en su camino de emprendimiento”, la idea, según ellas, es que sean reconocidas en sus hogares como un ejemplo digno de imitar.

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Igualmente la líder comunitaria afirma que estos procesos les permiten autoafirmarse en un contexto social en el que la mayoría de las mujeres de su época están condenadas a la sumisión. “Incluso algunas llegaron acá tímidas y ni hablaban. Ahora se desenvuelven muy bien en público, mejor dicho, no hay quien las calle”.

Oportunidades que cambian vidas
Nelly Ospina, madre cabeza de hogar, trabajó durante años en el sector textil. Sin embargo, siempre soñó con tener un empleo que le permitiera mejorar su calidad de vida y la de su familia. Por suerte, esta vecina encontró en Muem C 16 un espacio preciso para crear una idea de negocio.

Se le ocurrió, por la cercanía del barrio a la Universidad de Medellín y a la Corporación Universitaria Adventista, ofrecer a los estudiantes el servicio de lavadoras en alquiler, por eso enfocó las capacitaciones a este emprendimiento.

“Al principio entré a Muem C 16 como por desestresarme un poquito, pero vi que gracias a los cursos podía crear mi propia empresa y eso hice. Al principio fue duro, porque uno cree que no, pero un negocio requiere preparación, sin embargo, ahora me está yendo muy bien y me independicé“.

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Cada mujer tiene un proyecto diferente, pero eso sí, entre todas se apoyan. “Nosotras somos muy unidas y una a una da ejemplo de lo que hace. No hay egoísmos ni envidias. Por el contrario, hay ayudas y voces de aliento para esas mujeres que de pronto están atadas a una casa por una dependencia económica y acá descubren una oportunidad para soltar esas cadenas“, dice Andrea Mosquera, una vecina que después de la muerte de sus hijos encontró en el arte un refugio y en Muem C 16 un segundo hogar.

Por amor al barrio y al de sus vecinas, para Martha es importante impulsar a que más personas se unan y se capaciten, pues esta líder comunitaria, que a los 17 años fue presidenta de una acción comunal en Huila e hizo posible la construcción de una escuela y una carretera en la zona, se considera una mujer “echada pa’lante, que desde muy joven se ha rebuscado la vida”.

Por Dafna Vásquez
alexisc@gente.com.co

 

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